De activista a funcionario (2a y última parte)
UN PRINCIPIO BÁSICO de la teoría política consiste en la duda
sobre qué hacer con aquellos ciudadanos o grupos de ciudadanos inconformes con
el estado de las cosas. Y estrategias hay muchas; sin embargo, se engloban en
tres grandes acciones básicas: 1) combatirlos hasta erradicarlos, 2) incluirlos
en tanto contracultura al status quo,
3) omitirlos.
La primera opción implica una confrontación generalmente
represiva. La segunda incluye entre las tácticas la cooptación. La tercera es
la más común, fácil y difundida y va de la mano de lo que en México llamamos
“ninguneo” y se aplica a veces con el argumento paternalista “no hagas caso,
son una minoría”.
Posiblemente es la primera vez que muchos lectores de Indicios
Metropolitanos se enteran de la existencia del activista Antonio
Arzate; quizá sólo sabían de él su lucha relacionada con la disminución de
baches en el municipio de Naucalpan. Pero, ¿quién es Antonio Arzate hoy
¿absorbido? como funcionario?
Proveniente de una familia sencilla dedicada a trabajar
arduamente, es el mayor de cuatro hermanos. Desde muy joven abrazó la
responsabilidad de sacar adelante a su familia como ocurre a tantos mexicanos
más. Antonio Arzate se describe:
Soy un varón de 44 años, nacido en el Distrito Federal, en la delegación Azcapotzalco. Toda mi vida estudiantil la hice en escuelas de gobierno. Egresé del Instituto Politécnico Nacional como Técnico en Maquinaria y Herramientas. Estudié hasta séptimo semestre de ingeniería mecánica en la ESIME Azcapotzalco.
Antonio Arzate ante el Cabildo de Naucalpan.
Desde muy joven tuve inquietudes relacionadas con ayudar a los otros y por ello me uní a la división juvenil del PRI. Ello me llevó a ser asambleísta suplente y titular en la Asamblea del D.F. entre 1994 y 1997.
He combinado siempre mis actividades de interés sociopolítico con mi desempeño laboral, ya en la iniciativa privada como en el gobierno. En la industria trabajé para Kimberly Clark, en el Departamento Técnico y de Procesos de la Planta Naucalpan.
Me inicié en el activismo en razón de cierta vez que hubo problemas con el suministro de agua en la delegación Azcapotzalco. Entonces, 2004, encabecé una lucha por el agua en Xochináhuac, en El Rosario. Mis actividades profesionales en muchas ocasiones han estado relacionadas con temas ambientales y esa experiencia me llevó a salir del PRI para militar en el Partido Verde Ecologista de Azcapotzalco.
Como por mis actividades mantenía contacto con gente del gobierno me fui empapando de temas legales relacionados con todo esto. Así me sumé a un despacho legal con mi socio Gildardo Yubi dedicado a asesorar en tópicos sobre impacto ambiental.
En esa época me di cuenta que la presión social más allá de la política a que estamos acostumbrados realmente sirve para propiciar resultados. Me di cuenta que podía hacer política de otra manera.
Así, entonces organicé junto con otras personas líderes vecinales el Foro Político Ciudadano Tecpaneca. Fuimos precursores en cierto modo de lo que hoy se llama el “Presupuesto participativo”.
De ahí derivó que contendiera y dos veces en las elecciones para diputado local por el PVEM y el PRD.
Tras sus experiencias en la delegación Azcapotzalco del Distrito Federal, Antonio Arzate se mudó con su familia a Naucalpan donde radica actualmente en la humilde colonia Rincón Verde. Lejos de separarse del activismo este se vio reforzado luego que en 2010 incidiera en el cierre de una gasera construida con métodos no muy legítimos en dicha colonia por un grupo de personas relacionadas con la alcaldesa en esos años, Azucena Olivares.
Tiempo después, un accidente ocasionado por un bache y que
incidió en una situación de inseguridad motivó a Arzate a crear el movimiento
antibache, por el que hoy más se le conoce y mediante el cual ha ejercido
presión sobre los gobiernos naucalpenses para que transparenten las finanzas
dedicadas a la solución de este solo problema que afecta a tantas calles y
avenidas en Naucalpan. La poca respuesta de los gobiernos lo llevó a decidir
ponerse en huelga de hambre durante tres días.
Dice el dicho que “nadie sabe para quién trabaja”. Luego de
lo anterior, vinieron las manifestaciones contra la inseguridad de las que hice
relación en la primera parte de este reportaje. Tras ellas, la presencia
política de Arzate despuntó incluso por sobre la de los primeros organizadores
respecto de los que el entrevistado se pregunta dónde están ahora, mientras él
se incorpora al gobierno.
—¿Por qué tú y no otra persona para ocupar esta nueva
coordinación dentro de la Dirección de Seguridad de Naucalpan?
—Por las propuestas. Porque proponiendo y no solo reclamando
he estado presente— contestó Arzate a Indicios Metropolitanos y añadió:
—Porque con un conjunto de ciudadanos (entre los que tú estabas, Tocayo)
ofrecimos mecanismos para el acercamiento entre la ciudadanía y las autoridades
municipales, estatales y federales. Mientras, regidores, candidatos que se paraban
el cuello, ¿dónde están? Yo no combatí al gobierno del cual hoy soy parte.
Solamente solicité o, si se quiere, exigí el uso claro, transparente de
recursos para resolver el tema de los baches. En este puesto yo no manejaré
ningún presupuesto, porque la función será primordialmente de enlace entre
gobierno y ciudadanía.
—Hecho tu nombramiento y dada tu experiencia y trayectoria
en estos asuntos, ¿serás un funcionario incómodo hacia el interior del gobierno
y respecto de otros líderes sociales?
—Tal vez… Yo siempre he querido ayudar a la gente, pero muy
pronto me di cuenta que no hay dinero que alcance para ello. No he estado ni
con el gobierno ni en su contra. Sumarme a la estructura de gobierno es una
oportunidad para poner en práctica mis ideas de manera oficial. Porque yo, lo
que digo, lo hago; y te consta, Tocayo. Esa congruencia me permite ahora que,
con una investidura oficial y el respaldo de las instituciones, desarrolle mis
ideas en relación al bienestar social.
—Sí— respondió Arzate con una afirmación decidida. —Algo que
me llevó a la decisión de aceptar la oferta de la presidenta Oyoque fue que
hago las cosas de manera organizada. La diferencia es que ahora lo haré además
con apoyo oficial.
—No tardarán los dimes y diretes. ¿No corres el riesgo de
que, así como pasaste del PRI al Verde y ahora estás ligado al PRD, y de la
iniciativa privada al gobierno y de regreso, te mire la gente como a esos
políticos “chapulines” que brincan de aquí para allá tras sus conveniencias?
—Primero que nada, no comparto el concepto. Esto no tiene
que ver con una carrera definida ni con un método académico. Es igual que el
futbol: quien sabe mover el balón, mete el gol.
—¡Bien bajado ese balón! Nadie nace sabiendo de política ni
a ser padre ni a gobernar.
—Con el asunto de la gasera que ya te comenté tuve ocasión
de conocer a la regidora Esther Tapia, del PRD. Así fue como me ligué con
varios de sus militantes, muchos de ellos vecinos de zonas populares como la
que habito. Así fue como me uní a sus luchas, conociendo sus problemas y
tratando de dar curso a sus soluciones.
—¿Te llama el poder? ¿Qué viene luego de esta experiencia de
tu quizá fugaz paso por el ayuntamiento en calidad de funcionario sui generis?
—Me llama “el poder” ayudar a la gente en lo que necesita. Y
lo que viene… Quiero ser dirigente del PRD Naucalpan y luego diputado local. En
30 días sabrán más de nosotros, del Órgano de Vinculación Ciudadana, en maneras
positivas. Estaremos en este poco tiempo haciendo lo conducente para difundir
la prevención del delito. Entre las propuestas que comenzaremos a impulsar está
la de la instauración del alcoholímetro, pues está demostrado que previene en
una importante proporción los accidentes y muertes por conducir en estado de
embriaguez. Iremos negocio por negocio, casa por casa, colonia por colonia
haciendo caravanas para promover esta y otras propuestas en este sentido, para
recabar el punto de vista de los vecinos y acercar así el gobierno a sus
gobernados.
—30 días… El primer día de enero tomará posesión Edgar
Olvera Higuera. ¿Continuará este puesto en su estructura? ¿Qué relación se dará
entre el presidente electo y el Órgano de Vinculación?
—No lo sé. Aún no me entrevisto con él. No pienso apoyar a
Edgar, sino proponerle soluciones reales que estarán en sus manos. Si David Sánchez Guevara no hubiera cometido peculado, Naucalpan no estaría tan lleno de
“baches” como está ahora. La seguridad de los naucalpenses se dará cuando las
respuestas se concreten por parte del gobierno y la ciudadanía responda
involucrándose y participando más activa y directamente en los asuntos de su
interés, haciendo a un lado el miedo y la apatía.
Mientras algunos, como el exalcalde de Tlalnepantla y hoy
diputado federal Pablo Basáñez
no hallan cómo explicar de manera convincente sus “casas blancas”, Arzate ahora
en su condición de funcionario expone a pregunta expresa de Indicios
Metropolitanos sobre sus emolumentos en su nuevo papel frente a la
sociedad:
—Antonio, ¿cuánto ganabas cuando eras técnico en maquinaria?
—Tres mil pesos mensuales.
—¿Y cuando fuiste asambleísta y diputado local?
—70 mil pesos.
—¡Pasaste de 3 mil a 70 mil pesos! ¡La política deja! ¿Y el
despacho, tu actividad más reciente?
—Me deja unos 16 mil mensuales.
—¿Y ahora que te unes al ayuntamiento de Naucalpan? ¿Cuánto
te ofrecieron? Como funcionario público estarás obligado a transparentar las
cuentas.
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