Deuda heredada

diciembre 02, 2015 Santoñito Anacoreta 0 Comments

ERA DE LA OPINIÓN... que las herencias en vida pueden ser más recomendables que las póstumas; pero hay de herencias a herencias.
La deuda heredada de gobierno a gobierno desde hace años en Naucalpan de Juárez no ha podido romper la maldición, aunque Claudia Oyoque haya presentado en su informe de gobierno la cara más optimista, en parte con justificada razón.

Dos puntos de vista contrastantes sobre el informe presentado por la alcaldesa retratan fielmente las reacciones que Indicios Metropolitanos ha podido observar de parte de distintos círculos naucalpenses en las redes sociales e incluso entre ciudadanos entrevistados al paso en la calle. Por una parte, cierto funcionario que solicitó no ser identificado a causa de las recriminaciones y amenazas de que ha sido objeto en meses pasados calificó al documento y al espectáculo:
Como todos los informes, lleno de mentiras, aburrido y con una porra que no prendió por más que las pobres señoras (tres o cuatro) se desgañitaron.
Mientras, en el otro extremo, el Primer Síndico priyista Rafael Ranero comentó:
Un informe que deja claro que fueron meses sumamente difíciles en lo político y económico, en los que tomamos decisiones muy complejas que incluso nos atrajeron amenazas de vida y que, sin culto a la persona, se informó de lo logrado, del haber podido estabilizar las finanzas del ayuntamiento que lo tenían al borde de la inmovilidad. Un mensaje de aliciente para los naucalpenses, haciéndoles saber que lo peor ya lo pasamos, que dejamos el legado para las futuras autoridades de que es posible ir en contra de la impunidad, de que sin necesidad de endeudarse se pueden hacer las cosas, incluso disminuir rezagos y deuda y que la siguiente administración no tendrá el pretexto de que por la herencia que se les deja no podrán tener un buen arranque.
Previo a su informe de gobierno, la alcaldesa interina Claudia Oyoque se llenó la boca argumentando que no heredará deuda a la entrante administración de Edgar Olvera; incluso en su informe afirmó tal cosa y enfatizó que el presidente electo tendrá margen de maniobra. Pero la verdad ningún naucalpense con dos dedos de frente ve cómo podrá ser esto posible cuando, de una deuda de 1.9 millardos de pesos heredada de Azucena Olivares y anteriores a David Sánchez Guevara, reducida en alrededor del 35%, Claudia Oyoque le pasa la estafeta a Olvera con una bolsa de pasivo por 1.2 millardos de pesos. ¡Vaya, ni para comprar chicles!

El reto del presidente electo Olvera es mayúsculo. Lo mejor que podrá hacer es enfrentar con visión realista, austera y minimalista los problemas y necesidades que aquejan al municipio otrora considerado "la joya de la corona". Es decir, no podrá atender todo, por más promesas que haya hecho. Para ser eficiente, Olvera deberá reducir su plan de gobierno a 10 puntos concretos por año que de verdad pueda resolver, por supuesto, en la medida que vaya solventando y reduciendo a la par la deuda heredada de 1.2 millardos. Son muchos los temas a tratar y que tienen inquietos y descontentos lo mismo a industriales, comerciantes, empresarios, ciudadanos en general. Es relativamente fácil enumerar los grande rubros: seguridad, salud, educación, violencia de género, infraestructura, mantenimiento... Pero debajo de cada uno hay una larguísima lista de pendientes desatendidos desde hace por lo menos quince años tanto por los gobiernos federales, como los estatales y municipales anteriores.

La ciudadanía se ha mostrado tanto harta como decidida a contribuir por el bienestar de sus comunidades, pero también se muestra dolida y escéptica frente a los latrocinios, la corrupción, la desidia, el cinismo y la desorganización gubernamentales en todos los órdenes y niveles.

Esta vez no bastará de una y otra partes la buena voluntad. Será necesaria la cooperación franca, abierta, determinante entre gobierno y gobernados, de lo contrario el deterioro del municipio seguirá avanzando. Por ahora, el gobierno de David Sánchez Guevara, mientras duró antes de que aprehendieran al exalcalde acusado de peculado, y enseguida el interinato de Claudia Oyoque con la continuidad valiente y pujante del Cabildo saliente, han propiciado condiciones menos lacerantes para el futuro. Pero no puede nadie cantar victoria.

El Cabildo introdujo proyectos y decisiones históricas como la apertura de las sesiones al público, para ajustarlas a lo establecido constitucionalmente y en estricto derecho de los ciudadanos. Más que antes, muchas de las votaciones fueron más favorables a los intereses del pueblo que a los de los grupos detrás de síndicos y regidores. Ya veremos si sus relevos seguirán la misma tendencia o retornarán a viejas prácticas.

Lo mismo puede decirse para otros municipios del Estado de México, por ejemplo Tlalnepantla, entre los más endeudados del país. No basta conformarse con el dicho: "en todos lados se cuecen habas", es imperativo poner freno y vigilar cada acto de gobierno, cada decisión, cada estrategia, cada iniciativa y proyecto.


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