Lenguas, fronteras para el desarrollo

julio 19, 2015 Santoñito Anacoreta 0 Comments

MIENTRAS UNOS SE RASGAN LAS VESTIDURAS en reacción a los dichos discriminatorios del empresario estadounidense Donald Trump alrededor de los migrantes mexicanos, en nuestro país la discriminación aun es una asignatura pendiente en pleno siglo XXI.

Una semana atrás, Floriberto, un joven estudiante mexicano de odontología en la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (UNICACH), perteneciente a la etnia chiapaneca, acudió al profesor de español Pedro Gerardo García Rementería para solicitar su apoyo pues aparentemente por no dominar el idioma la institución le habría considerado no apto para continuar los estudios en dicha institución.
«No se te olvide que eres un indio», es lo que el secretario académico de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas le dijo a Floriberto, después de regañarlo, para dejarle claro que estaba dado de baja de la carrera de odontología, y con ello acabar con su sueño de contar con una licenciatura para salir adelante.
Así lo narró el profesor, indignado, y quien elaboró una petición mediante el portal de Change.org para solicitar firmas que pudieran servir de elemento de presión para que el joven tzeltal fuera admitido nuevamente en la universidad y continuara sus estudios, esto además de enviar la respectiva carta al gobernador de la entidad Manuel Velasco Coello.

A la fecha, la petición del profesor ha recibido poco más de 71 mil firmas de apoyo de todo el mundo y la universidad en cuestión fue apercibida el 14 de julio por el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED) iniciando una queja de oficio. Por su parte, la universidad cuyo rector es el Ing. Roberto Domínguez Castellanos respondió a la solicitud de CONAPRED:
Floriberto Núñez Martínez ingresó a la Licenciatura en Cirujano Dentista de la Facultad de Ciencias Odontológicas y Salud Pública de esta Universidad en el ciclo escolar agosto-diciembre de 2010. Su historial académico reportó que de 20 asignaturas cursadas durante 4 semestres, reprobó 10 de éstas, lo que por Reglamento General de Alumnos se hizo acreedor a la baja definitiva como estudiante a partir de junio de 2014. 
Es importante puntualizar que esta Universidad apoyó académica y económicamente a Floriberto Núñez Martínez con la intención de favorecer, desde el inicio de los estudios universitarios, su proceso de formación profesional sin que su rendimiento escolar fuera favorable. Existen evidencias documentales de lo siguiente: se le exoneró el pago de reinscripción como beneficiario del Programa de Apoyo a Estudiantes Indígenas; se le otorgó beca alimentaria; se le exoneró el pago en áreas escolares de Inglés y Cómputo, y se le apoyó económicamente como becario en la Cafetería Universitaria. 
En relación a lo anterior, es para esta casa de estudios una preocupación que alguien que tuvo trato preferencial para el desarrollo de sus estudios profesionales, apoyos extraordinarios por las condiciones económicas prevalecientes en el supuestamente afectado, y que su historial académico denota insuficiencia escolar, esté siendo parte de una denuncia pública infundada y dolosa que se contrapone con la buena voluntad de esta institución.
Floriberto, oriundo de Pueblo Nuevo Citalán en el municipio de Simojovel se trasladó a la ciudad de Tuxtla Gutiérrez, capital de Chiapas, para poder cursar la educación media superior y firmes aspiraciones de abrazar una carrera. Tras terminar la preparatoria presentó un examen de admisión el cual le dio acceso a un lugar en la UNICACH.

Desde un comienzo Floriberto enfrentó varios obstáculos que derivaban, desde su punto de vista, en la incomprensión de algunos de los profesores de la universidad como él mismo declaró a Revolución TRESPUNTOCERO:

La discriminación no es un hecho que haya iniciado ayer, es verdad que cuando llegué a esta ciudad no tenía un español fluido pero fue porque en mi comunidad pocas veces llegan maestros, y cuando aparecen nos enseñan el idioma a medias, es muy poco y sales mal preparado, pero lo aprendí y sé que no estaba tan mal, cuando ya cursaba la carrera. Desde que empecé a estudiar en UNICACH, muchos profesores me discriminaron, me regañaban porque llegaba tarde, pero no entendían que yo hacía a pie todos los trayectos, por toda la ciudad, principalmente porque buscaba trabajo el cual no me quisieron dar, principalmente por mis horarios de escuela, los cuales eran muy variados. 
Al ver que no había lugar donde me aceptaran, opté por vender cacahuates, habas, chocolates y ámbar, esa fue la única manera que encontré para poder seguir adelante y no dejar la escuela, es verdad que algunas veces me pasé algunos minutos de la clase, principalmente fue por el recorrido de mi cuarto hacia la universidad, el cual me lleva una hora y media, a veces sin comer, algunas veces nada más con bote de agua, para apaciguar el calor.

El 18 de julio el profesor García Rementería comentó la respuesta de la UNICACH aclarando entre otras cosas:
Fuente: Evernote
  1. La Universidad dice que Floriberto ha reprobado 10 materias. Lo que no dice es que 8 de esas 10 las aprobó en examen extraordinario.
  2. La Universidad dice que le dieron una beca, lo que no explican es que para que él pudiera cobrar esa beca, tenía que trabajar de seis de la mañana a una de la tarde en la cafetería.
  3. Floriberto cuenta con una constancia del mes de marzo de 2015 donde le informan que ha sido dado de baja de manera temporal, con el compromiso de reincorporarse en el siguiente ciclo escolar. ¿Por qué la baja temporal se convirtió en baja definitiva?
Estudiantes de la UNICACH conocedores del caso han denunciado presiones de la institución para no involucrarse so pena de verse afectados en sus estudios.

Mediante un vídeo publicado en el canal del profesor, Floriberto ha agradecido en su lengua las respuestas solidarias de los firmantes de la petición que circula en redes sociales.



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