La acción comunicativa en práctica. Apuntes para una actualización.
Que el equilibrio y la armonía estéticas estén presentes en prácticamente cada muestra de la naturaleza no justifica las causas y efectos sociales con que se le puedan asociar.Desde un punto de vista físico y no solo estético, vaya incluso comunicativo, el equilibrio está ahí.
Los elementos que conforman el fenómeno comunicativo (en la base del proceso) son dos: la información y la expresión (cf. VEGA TORRES, Estética y Comunicación; en busca de una actitud estética, 1991), ambas (siguiendo a Schramm y especialmente a Abraham Moles) manifestaciones de la energía.
La información es la otra manera como se denomina al factor de entropía aplicado, no a la termodinámica, sino a la teoría de la información y puede medirse matemáticamente (es la misma fórmula de la entropía) para determinar el grado de despresurización de un sistema hacia la conformación de un estado caótico u ordenado (muy distinto de la apreciación que se tiene de caos y orden desde una perspectiva psicológica).
La información en la imagen nos muestra el proceso termodinámico aplicado también para, desde el punto de vista estético, confirmar lo planteado por un servidor en mi tesis: la expresión es medible no solo con base en datos de proporcionalidad, sino de intencionalidad e intensionalidad. Esto toda vez que la expresión está íntimamente ligada con las emociones, para las que (hoy ya se sabe mejor gracias a estudios al respecto desde finales de la década de los noventa) ya contamos con factores de medición.
Sirva este apunte reflexivo como un adelanto de la actualización que vengo preparando de mi tesis, la que estoy recapturando para publicarla en cuanto haya oportunidad, como puede verse en el adelanto que ya monté en línea meses atrás.
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