La prevención, origen y fin de la seguridad


UNO DE LOS TEMAS, sin duda más importantes, cuando se habla de seguridad, es el de la prevención.

Tendemos a pensar la seguridad como un tema casi exclusivamente asociado a situaciones de orden policiaco. Pero, en realidad, la seguridad es uno de los asuntos más amplios y que requieren mayor atención de parte de los gobiernos, lo mismo los municipales que los federales.

Prácticamente podemos decir que, en la vida humana, si la comunicación está en el centro de todo, la seguridad es uno de los fundamentos de todas las actividades que realizamos.

Desde un punto de vista sistémico, no hay sistema que no se preocupe de manera constante y permanente por la seguridad que lo define. Una seguridad que pasa lo mismo por la clasificación y organización de los datos, de la información en general, que los la salud del conjunto de subsistemas que lo componen.

Capacitar a cada parte del sistema es vital para que este se desempeñe de manera adecuada y para que cada una de sus partes obtenga la mínima autonomía de gestión como para mantener el funcionamiento del sistema completo y, por supuesto, de aquellos asuntos que, en lo particular, atañen a esa parte en tanto su responsabilidad.

Viéndolo así, cada uno de nosotros somos una parte del sistema social y la mejor manera como podemos conseguir que este se desasrrolle, evolucione y funcione cabalmente es capacitándonos en lo necesario dentro de nuestras atribuciones como ciudadanos. Eso es justo a lo que apunta el civismo: hacernos conscientes tanto de nuestras obligaciones como de nuestros derechos, poniéndolos en práctica.

En los últimos años, las noticias más frecuentes que leemos en diarios, escuchamos en radio y TV o seguimos por la Internet y las redes sociales, parerecían obedecer a una especie de obsesión por lo violento y lo policiaco: asaltos, violaciones, asesinatos, accidentes. Y, como ciudadanos, tendemos a culpar a los gobiernos porque no tienen policías adecuadas, recursos para atajar al crimen, porque son corruptos. Pero, ¿cuántos de esos casos podrían evitarse si nosotros, en nuestra calidad de ciudadanos, nos preocupáramos por capacitarnos en los temas elementales que permiten prevenir esas situaciones?

Pensemos, imaginemos un caso patético y trágico: una persona actúa de modo inconveniente frente a un asaltante haciéndose o como héroe o simplemente por miedo, coraje e impotencia tratando de defeder su posesión o su patrimonio, forcejea con el malhechor y resulta herida. El asaltante huye, la policía, tarde o temprano, llega al sitio del hecho. La autoridad competente o nosotros, si no estamos capacitados, podemos convertirnos de pronto en peores verdugos que el mismo criminal que detona la tragedia si, por ejemplo, no sabemos cómo actuar para subsanar la herida, y no nada más tener el conocimiento de los teléfonos de emergencia. Esa persona podemos ser nosotros mismos.

Por eso, me parece de vital importancia que la Dirección General de Protección Civil y Bomberos de Naucalpan, imparta cursos de Reanimación Cardiopulmonar (RCP) dirigidos a estudiantes de todos los niveles, con el propósito de que cuenten con las herramientas necesarias para saber actuar ante situaciones de emergencias que pudieran presentarse tanto en sus centros de estudio, como fuera de ellos.

Paramédicos certificados como Técnicos en Urgencias Médicas del área de Atención Prehospitalaria de Protección Civil llevan al cabo esta capacitación,para brindar a los estudiantes los conocimientos básicos para atender a una persona en caso de que sufra un paro cardiorrespiratorio.

Uno de esos cursos de capacitación RCP se impartió recientemente a los alumnos de la escuela preparatoria Sor Juana Inés de la Cruz de la colonia de Valle Dorado y a estudiantes de Ciencias de la Salud del Colegio de Bachilleres del Estado de México, plantel 37 de San Francisco Chimalpa, además de a personal que labora en las oficialías del Registro Civil,  y empleados del Organismo de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento (OAPAS).

Los cursos se imparten en las escuelas e instituciones que así lo solicitan a la Dirección General de Protección Civil y Bomberos. El personal acude apoyado con un maniquí para que las personas puedan realizar prácticas de la técnica de reanimación cardiopulmonar y puedan actuar en tanto llegan los servicios de emergencia, para lo que se cuenta con el apoyo del helicóptero “Águila 1”, que además de reforzar acciones de seguridad apoya en materia de Protección Civil.

Ojalá más de nosotros nos interesemos por estos cursos, porque en nuestras manos está el origen y el fin de la seguridad.

Datos de boca en boca


SIENDO QUIZÁS LAS MÁS COMPETIDAS elecciones en la historia de México, y no nada más de las entidades que las experimentaron, las efectuadas el 4 de junio de 2017 han dejado a electores, partidos, políticos, instituciones y analistas varias lecciones.

La primera de ellas, por ser la más evidente, es que ¿el tiempo de las encuestas y de los encuestadores prácticamente ya quedó rebasada?

Recuerdo que hacia 1989, cuando comenzaba en esto del periodismo iniciándome como columnista en el diario El Universal, mi buen amigo, colega y entonces editor de la sección donde yo escribía mis “Paréntesis”, Enrique Bustamante Martínez, tuvo la ocurrencia de incluir como elemento informativo los resultados de diversas encuestas y sondeos de opinión, algunas efectuadas por nosotros, los colaboradores, otras por las incipientes empresas dedicadas a esos menesteres o las ya muy añejas como IBOPE, Nielsen, etc.

Resultó entonces un boom. No solo El Universal dio la bienvenida en calidad de “género” periodístico a la encuesta y el sondeo de opinión que décadas luego derivarían en las infografías, hoy tan de moda. Otros diarios y revistas y canales de televisión y radio siguieron el juego.

Así, cundieron los despachos de toda calidad, nivel e índole para el análisis de información estadística. No habían transcurrido ni 15 años cuando ya, la sola abundancia de información muchas veces contradictoria por hacerse sin una adecuada y rígida metodología o con una acomodada a los intereses de los clientes, empezó a generar inquietud en los lectores, en los espectadores en general. Unos, comprando los datos como si se tratara de indulgencias a prueba de toda tentación demoniaca, otros mirando con suspicacia la cifra dura, la gráfica coloreada.

Gobernantes y empresarios se volvieron aficionados, casi adictos a las encuestas, como si los informes ejecutivos a partir de los cuales tomar decisiones no fueran suficientes para fundamentar su actuación. Vicente Fox Quezada gobernó buena parte de su presidencia decidiendo a partir de los índices de popularidad de su administración, aunque descreyendo del análisis periodístico emparejado “Yo no leo periódicos ni veo televisión”, llegó a afirmar. Los partidos políticos no quedaron exentos de esta marea de influencia internacional.



Hasta hace un par de años, era como si las nuevas generaciones nunca hubieran caído en cuenta del daño que ocasiona el abuso de la información estadística, abuso que ya había experimentado el mundo justo poco antes de la Segunda Guerra Mundial.

Hoy, las encuestas y sondeos de opinión abundan como plaga imparable. Las redes sociales proveen herramientas para que cualquiera haga un cuestionario capaz de arrojar automáticamente datos estadísticos a partir de los cuales generar la ilusión de que la opinión de unos cuantos admiradores, curiosos o amistosos contactos es “la neta del planeta”. Y esos encuestadores basan su decir y hacer en el poder de esa opinioncracia, como la he llamado, para la que no hay mejor verdad que la surgida de entre sus militantes, más en tratándose de sus pares.

En comunicología esto se explica mediante uno de los modelos propuestos y estudiados desde los años 40, el conocido como “Modelo de dos pasos” que es derivación y consecuencia de la “Teoría de las Relaciones Sociales” trazada por Lazarsfeld, Berelson y Gaudet, antes de que la televisión llegara a ser un medio de masas.
Ellos elaboraron un complicado proyecto de investigación para estudiar el impacto que sobre los votantes provocaba la campaña electoral para la presidencia del país, que en 1940 fue la primera realizada con intervención directa de los medios de comunicación de masas. Al comienzo se interesaron en cómo los miembros de determinadas categorías sociales seleccionaban el material de los medios que se relacionaba con la elección, y cómo ese material incluía en sus intervenciones como votantes.
[…] Algunos de los efectos investigados eran la participación en la campaña (buscar información sobre los candidatos y sobre los temas en juego), la formulación de decisiones para el voto, la concurrencia misma a los comicios. Como se pudo comprobar, la campaña produjo también otros tipos de efectos. Algunos de los encuestados fueron activados por el material difundido en la comunicación de masas; es decir, tenían una predisposición latente a votar en un sentido determinado, pero esas predisposiciones necesitaban cristalizar para hacerse manifiestas. Otros miembros del electorado habían ya adoptado una decisión al comienzo de la campaña, decisión que fue reforzada por una selección continua y partidista del material adicional que aportaban los medios. Las intenciones iniciales para el voto solo fueron rectificadas en unos pocos casos. Así, la campaña solo obtuvo éxito limitado en la conversión de las personas, pasándolas de un partido a otro.
[…] La edad, el sexo, el lugar de residencia y el nivel de educación, eran las variables esenciales. Estas integraciones dentro de una categoría social determinaban el “interés” y llevaban a una decisión temprana o tardía. Este complejo de variables, actuando en consumo, influían no solo en el grado y orientación con que las personas se enfrentaban al material electoral en la comunicación de masas, sino que determinaban también los tipos de efectos que este material ejercía sobre ellas
(DE FLEUR & BALL-ROKEACH, 1989, págs. 251-256)
Lo experimentado en estas recientes elecciones, especialmente las del Estado de México y Coahuila, refuerzan lo que ha venido sucediendo en México desde la elección que llevó a Ernesto Zedillo a la presidencia. El electorado ya no depende solo ni exclusivamente del material que a efecto de campaña política le proveen los agentes políticos, sino que cada vez más, con ayuda de las redes sociales, como potenciadoras del “Modelo de dos pasos”, acomodan sus decisiones en función del grado de certitud —así sea ilusoria— que les genera la opinión de aquellos pares a los que consideran más enterados sobre cierto asunto y, con base en ello, inclinan su preferencia hacia cierto lado. En este caso, ese lado ha sido el del hartazgo y fastidio que provoca el estatus quo. Así, cualquiera que opine en contra del establishment y provea mínima información sintética que refuerce el sentimiento generalizado cobra en poco tiempo carácter de líder de opinión en el círculo de relaciones sociales de su competencia. Ese es parte del fundamento de lo experimentado en los comicios que llevaron al Brexit y a Donald Trump a colocarse en la cabeza de las preferencias.

La publicidad de boca en boca, la más poderosa de todas, adquiere así una nueva dimensión al tener la capacidad de transformar mentiras en verdades y, viceversa, verdades en mentiras que, narradas y descritas de manera digerible consiguen prender en el ánimo y la conciencia de los electores provocando ya no la inclinación hacia un actor específico, sino la fragmentación del voto por virtud del reconocimiento de la libertad que lo sustenta. Lo que aplica, también, en la conformación de una imagen pública de marca basada en la creencia mucho más que en la verificación.

La distorsión que ha sufrido ese “Modelo de dos pasos” por influencia de la evolución social y de las nuevas tecnologías es notoria pues, mientras en 1940
Se descubrió que existían, en realidad, muchas personas cuyo contacto directo con los medios era bastante limitado. Estas personas obtenían casi toda su información sobre la campaña electoral a través de otras personas que a su vez sí la habían obtenido de primera mano. La investigación comenzó a poner de manifiesto que el desplazamiento de la información se operaba en dos escalones básicos. En primer lugar, la información pasaba de los medios a aquellos individuos relativamente bien informados, que atendían con frecuencia a la comunicación de masas. En segundo lugar, esos individuos la transmitían, por canales interpersonales, a otros individuos que tenían menor contacto con los medios y que dependían de los demás para obtener su información [ibid. ].
Pero no solo obtener la información, sino además y más importante formar su opinión.

Las redes sociales, al potenciar ese intercambio interpersonal de información, sin miramientos, sin hacer hincapié en la fuente de la misma, es uno de los factores que ha definido el casi ilimitado poder —me atrevo a decir fundamentalista— de la opinioncracia.

Al caer en el descrédito políticos, sistemas, instituciones, el electorado busca de qué aferrar su fe y en quien más confía ya no es el más enterado, sino el más cercano (no necesariamente de forma física, sino al menos dentro de los seis grados que implica toda construcción estructural de relaciones sociales entre conocidos). Sin el conocimiento de base, sujeto a los vaivenes de la información, el individuo adherido a la opinioncracia termina por caer en una suerte de fundamentalismo donde aquella información que le da sentido a su razón de ser, pensar o sentir es la válida, la verdadera, aun cuando pueda provenir de fuentes no fidedignas.

Parte de esto es lo que ha preocupado, por ejemplo, al presidente Donald Trump cuando argumenta en contra de las “noticias falsas” que han distorsionado su imagen.


Las noticias falsas siempre han existido y han sido empleadas como recurso de campaña y mercadológico, porque apelan al sensacionalismo, sorpresa e indignación de los desinformados, los que ya, hoy, yendo a un extremo, llegan a desacreditar a los informados, aun cuando estos tengan “los pelos de la burra en la mano”.

Las noticias falsas hoy, incluso y además, se han convertido en un perverso modelo de negocio (HAZARD Owen, 2017) sobre el cual algunas empresas de medios como Facebook, Google, Reuters, New York Times, ya comenzaron a tomar sus providencias. Los blogs, como estos Indicios Metropolitanos, han sido un fiel de la balanza en estos asuntos, pero también quizá la más peligrosa piedra en el camino de informarse.


Si, en un principio, se señalaba a Wikipedia como madre de todas las confusiones y la desinformación, por su base cooperativa que permite a cualquiera añadir datos sobre diversos temas, algunas veces sin la debida confirmación o referencia verificable, los blogs y los sitios de contenido autorreferencial, los motores de feed para compartir noticias y la perversa práctica de replicar la información mediante plagios, todo eso ha llevado a los internautas, en tanto consumidores de información, por un lado, a creer casi cualquier cosa publicada o, al contrario, a descreer de casi todo lo que leen, reforzando más esa confianza en los pares aparentemente más enterados.

Pongo un ejemplo, en mi carácter de periodista autor de estos Indicios Metropolitanos, estuve dedicado a dar seguimiento a las distintas informaciones y fuentes —empezando por las oficiales— para dar a conocer los resultados de las elecciones, en concreto del Estado de México y publicando, como puede verse, entregas diversas basadas en esa información.

En algún momento, los datos duros los compartí a través de un grupo de WhatsApp al igual que las redes sociales y no faltaron los que, aduciéndose más enterados que un servidor, desacreditaron esos datos, solo por no convenir a su creencia o sus intereses. “Esa información no es verdad, no es lo que aparece en las redes sociales, el PRI en su ambición desmedida e intolerante puede provocar una bronca inmensa y todo por la irracionalidad de unos cuantos”, argumentó una persona. Horas más tarde, la misma información ya circulaba en los medios tradicionales y ni así se le daba crédito al virtual triunfo del candidato Alfredo Del Mazo, el cual se confirmaba todavía más luego de la captura del 98% de las actas de escrutinio, hacia las 13:00 hrs. del día siguiente de las elecciones.


Las encuestas más cercanas a las elecciones reflejaban esos posibles y ahora verídicos resultados. ¿Qué hace distintas a las encuestas en México respecto de las de otros países donde se las ha cuestionado? ¿Aquí todavía son creíbles, funcionan?

Por supuesto que uno mismo, al confrontar los datos, es el primero en cuestionarse qué tan duro es lo que se presenta como duro, sobre todo en vista de lo fácil que puede ser manipular la información para favorecer a uno u otro actor. Pero, tampoco puede uno andar por la vida sospechando de toda sombra y es preferible asentar la información con la mayor neutralidad de que se es capaz.

Estos comicios dejan más lecciones que ya iremos comentando en ulteriores entregas.

Referencias

DE FLEUR, M., & BALL-ROKEACH, S. (1989). Teorías de la comunicación de masas. Barcelona: Paidós.
HAZARD Owen, L. (2 de junio de 2017). "Fake news might be the next issue for activist tech-company investors". Recuperado el 5 de junio de 2017, de Niemanlab: http://www.niemanlab.org/2017/06/fake-news-might-be-the-next-issue-for-activist-tech-company-investors/?utm_source=Weekly+Lab+email+list&utm_campaign=d06a69eb9d-weeklylabemail&utm_medium=email&utm_term=0_8a261fca99-d06a69eb9d-392034301



Fomenta Naucalpan la Lectura


MEDIANTE DIVERSAS ACTIVIDADES culturales, como el “Maratón de Lectura”, el gobierno de Naucalpan fomentar el hábito de la lectura, utilizando como escenario diferentes espacios públicos recuperados por la actual administración del alcalde Edgar Olvera.

Debido a la recuperación de espacios, señala el gobierno a través del primer comunicado de prensa emitido tras la veda electoral, ahora los habitantes cuentan con lugares dignos para realizar actividades culturales como el “Maratón de Lectura”, que consiste en que los participantes lean en voz alta durante 10 minutos, y posteriormente se les obsequia un libro para que sigan con este hábito que aumenta su acervo cultural.

El Subdirector de Cultura, Carlos Chávez Cantú, informó que el "Maratón de Lectura" se realiza los fines de semana en espacios como los Paseos Las Marinas, Luis Barragán y Jerusalem, además en parques como Hundido, San Agustín y Olmos, agregó que los libros que son obsequiados provienen de donaciones por parte de los mismos habitantes que están comprometidos con el fomento a la lectura en el municipio.

Puntualizó que, para que las familias acudan a este "Maratón de Lectura" con tranquilidad, la policía municipal realiza diversas acciones para salvaguardar su integridad. En el caso de los Paseos, los uniformados mantienen  recorridos en bicicleta, mientras que en el caso de los parques, los elementos de seguridad resguardan la zona con rondines pie tierra y con patrullajes para inhibir la comisión de delitos.

(Fuente: Comunicado de prensa.)

Gana Del Mazo EdoMex - "¡Parece novato, consejero!"


"NUESTROS ADVERSARIOS no pueden argumentar que el PREP los coloca en desventaja", expuso el consejero representante del PRI ante el Consejo Electoral del Estado de México, Tonatiuh Medina Meza, tras analizar las razones y manera como se fueron capturando los datos en el Sistema de Resultados Preliminares, el cual ha sido elaborado con la aplicación Excel.

Destacó que la capacitación de los capturistas resultó deficiente, no obstante el labor de captura ha resultado impecable dentro de las limitaciones elementales y, en todo caso, las fallas obedecen a estas limitaciones de índole técnica y matemática que deberá solventarse el miércoles una vez que esté toda la información capturada.

En el mismo sentido, el consejero electoral Dr. Gabriel Corona Armenta insistió en señalar las imprecisiones como una aparente desventaja desde la óptica de los partidos en oposición al PRI.

Medina Meza destacó que la infundada desventaja aparente había quedado de alguna manera resuelta hacia las 3 de la mañana del 5 de junio cuando los datos del conteo rápido empataron, se igualaron con los capturados en el PREP, por lo que los resultados ya se consideraban para esa hora irreversibles salvo las revisiones a realizarse en los siguientes días. "¡Parece usted novato!" calificó Medina Meza a Corona Armenta por insistir en su postura.



Tras ese roce entre consejeros, el presidente Consejero Francisco Javier López Corral presentó el corte de información de las 4 de la mañana, el cual, con el 90% de las actas capturadas, arrojaba como vitual ganador de la gubernatura en el Estado de México al candidato priyista Alfredo del Mazo Maza con un 33% de las preferencias, frente a su contendiente Delfina Gómez, candidata por MORENA.

La candidata del PAN, Josefina Vázquez Mota se mantuvo con el 11% que había estado experimentando a lo largo del día, mientras el PRD, con el candidato Juan Zepeda vio reducida su ventaja el 18 al 17%.

La tasa de anulación se mantuvo en 3%.



A Dios rogando y con Del Mazo quedando


PASANDO LAS DOS DE LA MAÑANA, sin necesariamente dar una voltereta, el candidato priyista Alfredo del Mazo Maza ya podía cantar victoria con el 85% de las actas de escrutinio capturadas, pero no sin dar el trago amargo de conocer que, pisándole los talones, minuto a minuto, se encontraba la candidata por MORENA, Delfina Gómez.

En el corte de cifras de esa hora, el priyista contaba en su haber el 33% de los votos, mientras la morenista mostraba 31% y ni siquiera la suma de los votos ofrecidos por Óscar González, candidato del PT, le ayudaban a esta a superar a Del Mazo.


Así, salvo un milagro tal vez conseguido mediante la revisión de las actas con inconsistencias y los alegatos de la oposición en los siguientes días, se ve difícil pensar que, finalmente, el triunfador por una nariz de los comicios en el Estado de México fue el que la mayoría, decía no querer. El aparato electoral, con todo su peso y fuerza, consiguió su cometido.

Resultados de Elecciones en Estado de México, cortes a las 2:30 y 3:00 A.M.
Foto: Archivo Indicios Metropolitanos

Las cifras hablan

Foto: Eduardo Miranda, Revista Proceso.
EL FRACASO DE JOSEFINA era uno cantado a voces aun desde antes de las elecciones internas en el PAN para elegir a su candidato a la gubernatura del Estado de México, el de mayor relevancia de entre los comicios a celebrarse en este 2017.

Pero, ¿el fracaso de Josefina Vázquez Mota es de ella o de Ricardo Anaya o del partido de derecha en su conjunto? Me parece que la respuesta la dan bastante clara las cifras.

Mientras en la elección al gobierno del Estado de México Josefina no pudo levantar más del 12% de las preferencias, yendo sola. El PAN, acompañado de la izquierda que podemos llamar moderada consiguió ganar con amplitud estadística el gobierno de Nayarit, obteniendo más del 40%, al menos hasta el corte efectuado al momento de escribir estas líneas.

En Veracruz, donde se eligieron ayuntamientos, el PAN, de nuevo en coalición con la izquierda moderada del PRD, consiguió 111 del total de 212 municipios.



Si en el Estado de México la pelea se hallaba a la media noche entre el PRI y MORENA con una diferencia de menos del uno por ciento, en Coahuila la diferencia entre PRI y PAN con sus candidatos Miguel Ángel Riquelme y Guillermo Anaya, respectivamente, los ubicaba también en un empate técnico alrededor del 37% de las preferencias, mientras el candidato de MORENA, Armado Guadiana Tijerina, se había declarado vencido antes de terminar el domingo.

Las cifras, como decía, aclaran con creces qué está pasando con la política y los partidos políticos en México, ya no nada más con las preferencias e inclinaciones de los votantes, sobre los que hemos escuchado infinidad de veces el hartazgo que los caracteriza frente a la clase política.

Las cifras nos dicen que el sistema político de la partidocracia está ya tan agotado que solo mediante las esperpénticas y contra natura coaliciones partidarias es posible hacerse con alguna victoria pírrica con la que apenas pueda alcanzarse una oportunidad para compartir el poder.

Al rechazar ir en coalición con el PRD por la gubernatura del Estado de México, como se propuso en 2016, el PAN firmó su sentencia de muerte. Pero lo hizo a sabiendas y a ciencia y paciencia, y para asegurar una derrota concertada (en Los Pinos), debía elegir un candidato o candidata que tuviera muy pocas oportunidades como lo era Josefina Vázquez Mota, quien ya había contendido por la presidencia de la República siendo duramente derrotada por el actual Enrique Peña Nieto.

Las cifras nos dicen que la derecha ha agotado sus fórmulas y ha caído en el descrédito y, como una salida de populismo acomodaticio, se aproxima a la izquierda moderada en el interés de insertarse en el ánimo del pueblo y ya no solo de ciertas élites intolerantes y soberbias.

Las cifras nos dicen que la izquierda moderada está sin orientación, perdida en el desierto de las respuestas, sin proyecto claro, con una ideología que ya no es mi sombra de una socialdemocracia como la que la sustentara años atrás. Habiendo entrado en el juego de la corrupción, habiendo caído en las tentaciones que tanto criticaba, sencillamente la izquierda acabó igualándose con el resto del sistema de partidos.

La persistente anulación en el orden del 3% no es un dato menor. Es el equivalente del grito ahogado de los que no se sienten representados ya por nada ni por nadie. Es dato que nos coloca frente a la fragmentación ya no nada más de un proceso decisorio como son las elecciones, sino de la fragmentación de la conciencia de un electorado que reclama una transición radical del sistema democrático, tal vez hacia uno más de índole parlamentaria, como alguna ocasión apunté en estos Indicios Metropolitanos.

Josefina Vázquez Mota fue la pieza de cambio para los comicios de 2018, para asegurar el camino de la alternancia que permita a nuestra democracia mexicana transitar hacia su consolidación, porque ya venía resultando necesario, obligado que, para de veras ser democrática, todas las fuerzas y colores y tendencias políticas tuvieran la oportunidad de tener acceso al poder de manera franca y determinante.


El fracaso de Josefina, no será, sin embargo, el fracaso de la mujer mexicana. Porque, ganando Delfina o Del Mazo, el papel que la mujer ha desempeñado en el buen curso de las elecciones y la política asegura cambios importantes que ya los predecesores han venido construyendo.

La brecha está abierta


TODAVÍA NO COMENZABAN los escrutinios en las casillas del Estado de México y ya los partidos de los candidatos punteros, PRI. PAN, MORENA, cantaban su victoria sobre la base de la percepción y los dichos de sus representantes en las mismas.

Hacia las 7 de la noche del domingo 4 de junio de 2017, de pronto parecía que tenía la entidad ya tres gobernadores electos, cosa absurda. Las cifras oficiales del Instituto Electoral del Estado de México (IEEM) comenzaron a verse hacia las 8:30 de la noche, pero, mientras, la confusión ya campeaba entre los mexiquenses.

El afán de notoriedad lo mismo de candidatos que de medios de comunicación en su interés para atraer al público y administrar sus raitings, arrojaba datos que mostraban como virtual triunfador ya a uno o a otro candidato, en especial Alfredo del Mazo y Delfina Gómez.

Conforme fueron avanzando las horas, al filo de la media noche se hizo franco un empate técnico alrededor del 31% favoreciendo a esos candidatos. Unos medios tomaron las cifras oficiales del IEEM como si se tratara de una declaración formal del instituto indicando que el ganador de los comicios era el priyista, cuando en realidad el IEEM no se había pronunciado de ninguna manera. Andrés Manuel López Obrador saltó a la palestra para revirar la información. Mientras, los panistas se tiraron al suelo en medio de la depresión, quizás adelantada, al ver el grosero declive de Josefina Vázquez Mota —yo lo advertí a tiempo en estos Indicios Metropolitanos— que no parecía levantar vuelo (así de azogue puede ser). Y a tal punto era su desazón, que varios declararon, susurrantes, que preferían que ganara Del Mazo a que quedara Delfina como gobernadora.

Pero, en realidad, la historia apenas se iba escribiendo. Hacia la media noche, las cifras hacían ver un franco empate técnico entre Del Mazo y Delfina, empate que no consideraba en el cómputo la declinación de Óscar González, candidato del Partido del Trabajo, en favor de la morenista, pues de ser así, la diferencia habría favorecido a esta y, seguro, modificado la percepción editorial de los colegas periodistas ávidos de procurar la nota sensacionalista.

Una hora después, a la 01:15 hrs. de la mañana del 5 de junio, el PRI parecía repuntar, pero la diferencia seguí siendo mínima, de apenas 0.2602%, solo entre los dos punteros y la promesa del PT se mostraba como la determinante para el triunfo morenista, capaz de elevar su porcentaje a casi el 33%. Dónde quedaba el resto de los votos que hacían falta para unos y otros. El PRD prácticamente no se movía de un honroso 18%, pero el voto nulo… Ese sí iba cumpliendo las proyecciones de estos Indicios Metropolitanos, ubicándose en el 3% y subiendo poco a poco. Esto, ya con el 67% de captura de las actas de escrutinio.

Pasada la medianoche, el PRI aventajaba por muy poco a MORENA en el Estado de México.
Foto: Archivo Indicios Metropolitanos.

Lo que iba quedando claro era el mensaje de los mexiquenses hacia el régimen priyista y los gobiernos panistas: el hartazgo frente a la corrupción, la violencia, la política económica y social, y otros temas, está empujando a una actitud general de la gente más inclinada a la izquierda.

Ello, como he escrito, podría en efecto confirmar la lectura que he hecho y sostengo en estos Indicios Metropolitanos, en el sentido de que las elecciones del 2018 serán para la izquierda. Quede o no Delfina Gómez como gobernadora al final del cómputo de los votos, la brecha ha quedado abierta y la izquierda camina con paso franco hacia la alternancia en la presidencia de la República. Pero, ojo, con izquierda no me refiero a un partido específico o persona en particular. No tengo en la mente a Andrés Manuel López Obrador, por ejemplo, sino a muchos otros aspirantes o potenciales aspirantes cuya ideología, aun militando en los partidos básicos, se inclina hacia la izquierda. Es por eso que no veo oportunidad para una Margarita Zavala o un Moreno Valle. Aunque tenga la estatura —desde mi punto de vista— para ser un estadista, Ricardo Anaya no comulga con el pensamiento de izquierda. Muchos independientes, aun considerándose por elemental definición como una reacción izquierdista no lo son por necesidad.

El camino, como digo, está trazado. Falta ahora ver quién, qué hombre o mujer se lanza a andarlo.


Al filo de la alternancia

Resultados preliminares, elección del Estado de México.
Corte a las 00:15 horas del 5 de mayo
Foto: Archivo Indicios Metropolitanos

AL FINALIZAR EL DOMINGO 4 de junio de 2017, las cifras oficiales del Instituto Electoral del Estado de México, arrojaban datos que mostraban como virtual triunfadora de los comicios para elegir gobernador de la entidad a la candidata de MORENA Delfina Gómez, con una escasa diferencia de poco menos del uno por ciento frente al candidato de la coalición PRI-Verde-NA-PES, Alfredo del Mazo Maza. La candidata del blanquiazul PAN, Josefina Vázquez Mota, al corte de las 12 de la noche con dificultad alcanzaba el 12% de las preferencias, quedando en lo que los especialistas llaman un “empate técnico” al 31%.

Por lo que toca a los otros partidos, el candidato del PRD, Juan Zepeda, consiguió mantener un honroso cuarto lugar, luego de que en elecciones pasadas este partido, entre riñas internas y acuerdos malhadados decayera hasta ser la izquierda moderada y disminuida de hoy.

Habrá que ver si el IEEM suma finalmente los votos del Partido del Trabajo a los de MORENA, luego de que su candidato Óscar González declinara en favor de Delfina. Si así fuera, MORENA, conforme los datos al corte mencionado sumaría un total de 33% de los votos.

Muy lejos quedó la candidata independiente Teresa Castell con poco más del 2%.


Las estimaciones hechas aquí, en Indicios Metropolitanos, momentos antes del cierre de casillas de ubicar como aparente primera fuerza al PAN, seguido de MORENA, parecerían haber sido erradas, pero habrá que ver todavía cómo se mueven las cifras, pues los datos preliminares citados corresponden solo al porcentaje de las actas capturadas, el cual, a la hora mencionada era del 40%., como puede compararse con las imágenes tomadas con una hora de diferencia.

Resultados preliminares de las elecciones en el Estado de México.
Corte a las 23:15 hrs. del 4 de mayo.
Foto: Archivo Indicios Metropolitanos

Reacomodo mexiquense


Estos podrían ser los resultados con base en la proyección del comportamiento durante los comicios en Edomex.
Proyección: Indicios Metropolitanos
MIENTRAS ALGUNAS ENCUESTAS DE SALIDA dan por virtual triunfadora de las elecciones en el Estado de México a la candidata panista Josefina Vázquez Mota con más del 35% de votos del electorado y ubican como segunda fuerza a Delfina Gómez, candidata de MORENA, otras contradicen los datos que van obteniéndose de manera provisional, complicando las proyecciones sobre los resultados de los comicios.

Una visión apresurada y lo más objetiva posible de los datos provistos puede permitirnos ubicar, con un aproximado margen de error más/menos tres por ciento que muy probablemente quien gane la elección en el Estado de México introducirá una nueva variable largamente esperada: la alternancia.
La diferencia entre PAN y MORENA es tan relativamente escasa, pero tan aparentemente notable respecto del PRI, cuyo candidato Alfredo del Mazo ha caído al parecer por debajo del 30% en las preferencias; es tan escasa, que el tema de la alternancia en el poder podría considerarse resuelto.

Falta ver, tras los resultados preliminares y los finales, si el poder lo detentará la izquierda morenista o la derecha panista. Por supuesto, el abstencionismo continuará siendo elevado, entre el 48 y el 52%, y la anulación de alrededor de un 3%. La candidatura independiente prácticamente quedará reducida a un retazo de chucuta.

Desde tiempo atrás he venido augurando que el 2018 llevará a la alternancia en el poder a la izquierda, y lo sigo afirmando tras solo analizar la historia de nuestra democracia.

Para que nuestra democracia pueda llamarse tal debe dar espacio y oportunidad a todas las fuerzas, no nada más para competir por el poder, sino para acceder al mismo y demostrar, desde ese puesto lo que es capaz o incapaz de llevar a efecto.

El laboratorio que ahora es el Estado de México nos coloca en un momento histórico sin precedentes. Quienes han destacado ese dato que ha llevado a las elecciones en esa entidad a ser las más vigiladas, complejas y retadoras, el dato de la falta de alternancia y de la dominación priyista por más de 80 años, parecerían apelar a aquellos argumentos esgrimidos cuando Vicente Foz resultó elegido como presidente de la República, como una forma de reacción más visceral que razonada producto del hartazgo frente a lo que intelectuales y críticos llamaron la “dictablanda” del PRI.

Pero lo que ahora pierden de vista esos mismos que exhortan “a sacar al PRI del Estado de México”, a “no dar un voto más al PRI”, es que las ligas “por lo oscurito” que vinculan a los candidatos con las estructuras básicas del PRI ahí están, ya sea en la forma de viejas militancias que, llevadas por la frustración y el reconcomio, abrazaron otros emblemas y logotipos de una oposición a modo; o ya en la forma de arreglos y acuerdos pensados para establecer las aptitudes de una partidocracia para la cual, el ciudadano no importa más que los intereses creados y con la fuerza para impulsar hacia el poder y sus tentaciones.

Las campañas de estas elecciones, al menos por lo que toca al Estado de México, pasarán a la historia como las más huecas de todas, plagadas como estuvieron de ataques entre candidatos que, en ocasiones, rayaron en pamemas ridículas, insulsas, monótonas, repetitivas, sin propuesta novedosa, sin inventiva.

En realidad, la elección del Estado de México ha resultado complicada no por la competición entre los partidos y sus candidatos y sus fórmulas, chuecas o derechas, sino porque sencillamente no hay uno ni siquiera del cual decir “este es el menos peor”.

Al momento de escribir estas líneas, las casillas habrán cerrado para comenzar el proceso de conteo de votos. Si las proyecciones primeras llevaban razón, podemos mirar a futuro que la izquierda, como sostengo, tendrá asegurada la alternancia en el 2018, aun cuando no gane la gubernatura del Estado de México.

Por otra parte, si hacemos caso a las voces de radio pasillo que en Toluca a veces hablan de más, el enfrentamiento entre el denominado “grupo Ecatepec” del que forma parte el gobernador Eruviel Ávila y el infame “grupo Atlacomulco” del que surgiera el hoy presidente Enrique Peña Nieto, bien podría ser la razón de ese cambio “acordado” en lo oscurito: el PAN arregla la casa, para que no llegue la izquierda en el Estado de México, pero ambos prepararán el terreno para que la alternancia, como ya vislumbraba don Daniel Cosío Villegas con la teoría del péndulo, finalmente se consolide en 2018.


El cordero del sacrificio será entonces Alfredo del Mazo Maza, el candidato priyista Puedo equivocarme… Comienza el escrutinio.

Muerte en la ribera


PROCURO NO ABORDAR nota roja o temas relacionados con ella en estos Indicios Metropolitanos, no por otra razón sino porque es un género muy especializado y cuya información siempre delicada se presta al sensacionalismo.

No obstante, la cercanía de los hechos muchas veces orilla a que uno, en tanto articulista, de pronto se vea forzado a mirar a las causas y efectos de determinada noticia policiaca.

En el Estado de México, en pleno mediodía de los comicios para elegir gobernador, un joven adolescente tomó su decisión de quitarse la vida con un tiro en la frente, en la ribera del Río Chico de Los Remedios, parte de mi casa, del lado del fraccionamiento Echegaray donde, dentro de poco se obrará la continuación del llamado Paseo Jerusalem, inaugurado en su primera fase en marzo de 2017.

Con este se suman dos los casos de suicidio consumado y tres los intentos. De dos de ellos personalmente he sido testigo activo. En uno, la pronta intervención de policía municipal y Protección Civil impidió el ¿desatino? que pretendía cometer una enamorada y despechada mujer que, en el trance, contaba con una fuerza tan descomunal que ni entre cinco podíamos controlarla.

De acuerdo con la información preliminar oficial y algunos testimonios, un joven de 16 años decidió morir a manos propias este domingo 4 de junio de 2017. Entre las hipótesis primeras se ha manejado la probable vinculación del caso con esos otros más, alrededor del mundo, relacionados con el macabro “juego” de “La ballena azul” un juego en línea potencialmente lesivo al que se atribuyen casos de suicidio entre adolescentes, supuestamente a causa de las reglas del juego. Su difusión comenzó a través de Internet desde mayo de 2016 y se originó en la red social rusa Vkontakte.2 El término "ballena azul" se refiere al fenómeno de los varamientos en los cetáceos, que se compara con el suicidio.

El juego fue creado por un ruso llamado Philipp Budeikin, un ex estudiante de psicología que fue expulsado de su universidad. Budeikin afirmó que su propósito era “limpiar” a la sociedad, empujando al suicidio a quienes él consideraba como inútiles.

Pero, más allá del solo hecho en sí importante, el caso cobra relevancia por haber ocurrido durante los comicios del Estado de México, las más observadas de la historia de la entidad y de los últimos años en el país, dado el peso del padrón electoral y la manera como sus resultados incidirán en la modificación del mapa de las fuerzas políticas.

Más que verlo como un asunto aislado, es un tema para mover a la reflexión no tanto de qué estamos haciendo, como sociedad, con nuestra juventud que hoy se siente devaluada al punto de decidir no tener razón para su existencia. No se trata de mantener vigilados, supervisados a los jóvenes, los que invariablemente, generación tras generación encuentran los modos para zafarse del control parental. Se trata de revisar en conciencia lo que cada cual está aportando a los otros no nada más en los principios y valores que sostienen a la sociedad, sino las expectativas que, por distintas vías y maneras, vamos generando en los distintos ámbitos de la vida para la juventud, para la ancianidad, las mujeres, los indígenas, en general los otros.

El voto de este joven, aun considerado fuera de la edad para emitir una decisión, nos alecciona en el sentido contrario. Eligió, y eligió no continuar.

Entre el rosa y el rojo


"QUE LE APLIQUEN LA LEY a todos los deshonestos; que para eso es la ley", dijo a Indicios Metropolitanos David Parra Sánchez en entrevista exclusiva efectuada el sábado 6 de mayo, en el fraccionamiento La Florida donde este medio topó con el ex candidato a la alcaldía de Naucalpan. El también líder moral del sindicato SUTEyM acudió a un domicilio en esa localidad donde se efectuó una más de las reuniones de trabajo de militantes y simpatizantes del PRI del Estado de México.

La diputada federal, al igual que el resto de la plana del PRI anda muy activa apoyando en la campaña
electoral del candidato priyista Alfredo del Mazo Maza.
Al lugar llegaron, además de Parra, la diputada federal por Culiacán, Paola Garate, y el Jefe de la Oficina de Campaña de Alfredo del Mazo, Enrique Jacob Rocha, entre otros, para instruir y acordar con una veintena de jefes de sección los lineamientos proselitistas a seguir durante las próximas semanas restantes de las campañas políticas con rumbo a los comicios para elegir al gobernador del Estado de México.

En el encuentro se repartieron paquetes de artículos promocionales tales como paraguas, morrales, etc., con el ya característico color rojo que ha hecho su distintivo el PRI.

Entre los asistentes, alguna vecina expresó la queja por el hecho de que varias de las mantas proselitistas que han colgado en casas de la localidad han sido arrancadas o "robadas".

Indicios Metropolitanos aprovechó la ocasión para entrevistar a tan polémico personaje de la política naucalpense. Aquí la entevista íntegra de la que vale destacar que, entre el rojo del partido, el rojo de la inseguridad y el rosa del salario prometido por el candidato Del Mazo para retribuir a las amas de casa hay distintos matices para leer la política así como la realidad que afecta a los mexiquenses.



Al cabo de la entrevista, fuera de cámara, David Parra hizo consideraciones adicionales sobre los mismos temas tratados en ella, llegando a afirmar con su estilo muy personal, en lo relativo a la seguridad: "El Estado de México necesita una policía con huevos; comandantes con huevos". Hizo hincapié en la falta de atención en que, además, por lo pronto el gobierno de Naucalpan, ha incurrido al no atender debida y oportunamente los derechos de los policías municipales, en específicos asuntos que hicieron de conocimiento del alcalde mediante un oficio entregado al ayuntamiento el 27 de febrero de 2017 y del cual obtuvo copia Indicios Metropolitanos.

En el oficio destacan temas como el acoso a las mujeres policías, los llamados "entres" como efecto de la corrupción existente en la corporación policíaca, entre otros.

No estaba muerta…

Foto: Kate del Castillo (cuenta Instagram).
LEO LA NOTICIA SIGUIENTE y me alegra:
La talentosa actriz mexicana Kate del Castillo está de estreno con su más reciente proyecto, la radionovela Sangre Celestial, la cual se transmite por la emisora californiana KCRW.
En entrevista para un medio estadounidense, Kate aseguró sentirse maravillada de que en la actualidad el formato de la telenovela esté tomando fuerza en los podcasts y que los latinos puedan disfrutar de este nuevo formato.
“Estoy encantada de formar parte de esta primera radionovela bilingüe en KCRW”, comentó la actriz luego de integrarse al proyecto.
La historia se centra en Sol y Mundo, dos hermanos de origen mexicano que después de la muerte de su padre descubren que él tenía nueve hijos más, por lo que deciden viajar a Estados Unidos en busca de sus medios hermanos (EL SOL DE HERMOSILLO, 2016).
Esta noticia me alegra, no por la protagonista humana de la misma, sino por el género al que se refiere. Uno con el que me inicié como profesional de la comunicación: la radionovela.

Junto con algunos de los amigos y colegas presentes en el grupo de Indicios Metropolitanos en Facebook, formé parte de las filas de egresados de los cursos que impartía en la XEW don Raúl del Campo Jr., eximio productor de radio (su equivalente, solo por referencia, serían Valentín Pimstein, con quien también laboré como analista literario, y Ernesto Alonso en TV) y quien, además de escribir, dirigir y/o producir programas tan memorables como Apague la luz y escuche, protagonizado por Arturo de Córdova, por mencionar solo uno de decenas, lanzó al estrellato en el espectro radiofónico a numerosas figuras del comentario y la conducción de deportes, noticias y artistas que luego despuntaron y se formaron un sólido nombre en la televisión.
Don Raúl del Campo Jr. y su hija,
también locutora, actriz y productora radial, Martha del Campo.

Tuve la fortuna de pasar todos los filtros y quedarme como asistente, guionista y cuasi productor de las últimas radionovelas producidas en México entre 1987 y 1988: Veneno para las ratas escrita por Felipe de Jesús Ortiz Sánchez; y como actor en La Parca, escrita por mi querido amigo Joaquín Guerrero Casasola, hoy autor de varias telenovelas exitosas escritas para Argos TV.

Desafortunada, tristemente, entre ese final de la década de los ochenta y la actualidad, la única escuela generadora de actores y actrices capaces de provocar con la imaginación y el potencial de su voz ha sido la vapuleada industria del doblaje, aparte de la escuela creada por el mismo don Raúl. Si a eso se le suma la tozudez de muchos comunicadores, comunicólogos, publicistas, diseñadores y mércadólogos perezosos más proclives a extraer el audio de un video para transmitirlo como si hecho ex profeso para un medio estrictamente auditivo como la radio (así sea la señal de streaming, lo que no es propiamente radio), la calidad creativa de los contenidos de hoy se explica.

Los guionistas actuales para “radio” no imaginan, no dan elementos para que el público imagine, por las mismas razones anotadas y la dependencia creciente de las nuevas tecnologías, aplicaciones, redes sociales y, por supuesto, la imagen. La idolatría hacia la imagen como fundamento del homo videns del que hablaba Giovanni Sartori fallecido el 4 de abril de este año derivó en formas de comunicación menos comprensivas por sintéticas, menos imaginativas por sensacionalistas (en tanto apelar más a la superficialidad de los sentidos en vez de la profundidad intuitiva). Esos mismos creadores jóvenes de la llamada generación “millenial” parecen olvidar sus bases fascinados como están por todo lo digital:
[…] casi todo nuestro vocabulario cognoscitivo y teórico consiste en palabras abstractas que no tienen ningún correlato en cosas visibles, y cuyo significado no se puede trasladar ni traducir en imágenes […T]oda nuestra capacidad de administrar la realidad política, social y económica en la que vivimos, y a la que se somete la naturaleza del hombre, se fundamenta exclusivamente en un pensamiento conceptual que representa —para el ojo desnudo— entidades invisibles e inexistentes […]
[… T]odo el saber del homo sapiens se desarrolla en la esfera de un mundus intelligibilis […] que no es en modo alguno el mundus sensibilis, el mundo percibido por nuestros sentidos. Y la cuestión es esta: la televisión invierte la evolución de lo sensible en inteligible y lo convierte en el ictu oculi, en un regreso al puro y simple acto de ver (SARTORI, 1998, págs. 45-47).
Este “abandono” de lo inteligible va de la mano de la evolución lingüística que acompaña a las nuevas tecnologías.

Recuerdo haber tratado el tema con mis entonces estudiantes universitarios ya desde finales de los noventa, aun cuando los datos no llamaron la atención de los medios sino hasta casi una década después. Los estudios sobre lenguaje y vocabulario revelaban preocupantes descensos en la cantidad de palabras y términos empleados por los jóvenes hablantes, siendo además muchas de esas palabras variantes de ellas mismas. Un estudio de la Academia de la Lengua reveló que la gama léxica de los adolescentes mexicanos no excedía las 200 palabras diarias y, de ellas, alrededor del 30% se correspondía con caló, palabras altisonantes con variaciones repetitivas, apócopes, onomatopeyas redundantes (EFE, 2008). Eso no ha mejorado ni cambiado en 2017. Los acrónimos, abreviaturas y simplificaciones expresivas como los emoticones, ya típicas en la manera de expresarse hoy las personas mediante WhatsApp, Twitter, etc., si por un lado ha desarrollado nuevas maneras de pensar y decir más sintéticas, por otra parte, al dejar de lado, reducir, disminuir el empleo del vasto léxico al alcance de la expresividad ha propiciado la simplificación de las ideas hasta el extremo de la vacuidad y, sobre todo, minar la habilidad de la lectura de comprensión. Profundizar en algo es tomado como la antesala de lo fastidioso, aburrido, lento. En el ritmo de los días actuales y modernos no hay cabida para el análisis. Las nuevas generaciones se conforman con ver lo primero que sale a su alcance, no miran y mucho menos observan; oyen, pero ya no escuchan; consumen, pero ya no paladean, no degustan. Mucho menos cuestionan sobre una base de racionalidad, sino lo hacen sobre un impulso de prurito conformando así el sustento “intelectual” de la opinión en vez de fundar el juicio en argumentos y constructos lógicos complejos.

En el afán petulante por ser distintos, los jóvenes “de ahora” —nada distintos de los de siempre— acaban por abrazar cualesquiera modas y tendencias que les brinden un asidero de identidad, acabando así por uniformarse en el gusto.

Así, si en las décadas de los cincuenta y sesenta del siglo XX los jóvenes abrazaban el rock and roll y el rock para distinguirse de sus padres y abuelos, hoy todos son rockeros, no hay contracorriente, la contracultura ya absorbida en la cultura general se convierte en la medida del nuevo establishment. Hoy es más marginal quien gusta, por ejemplo, de la música barroca, que quien canta las canciones de “Los Tigres del Norte”.

Ni siquiera, en nuestra cultura latinoamericana, la introducción y diseminación de la música de banda, mezcla híbrida entre lo rural, lo vernáculo y lo urbano, ha conseguido satisfacer esa urgencia por lo auténtico. Las minorías étnicas y de variedad de definiciones de sexo, en su pretensión de establecer su unicidad, por abrazar los mismos gustos e intereses culturales del común denominador, tampoco han aportado nada o muy poco a esa defensa de la identidad. Todo ha sido elevado a la categoría de marca y cada marca apela a ser la razón de todo potencial consumidor de lo que significa. La paradójica heterogeneidad acabó haciéndose el paradigma de lo homogéneo. La vieja mayoría pasó a ser la minoría y, en la defensa de los derechos de las minorías, estas han venido a conformar la nueva mayoría, no tanto por número como por simpatía y afiliación.
[…] la imagen no da, por sí misma, casi ninguna inteligibilidad. La imagen debe ser explicada […] (SARTORI, 1998, pág. 51)
El problema radica en que hoy pocos son quienes desarrollan no nada más el conocimiento sino la capacidad para interpretar la imagen, diseccionarla, analizarla, desglosarla, adentrarse en su fondo más que en su forma, para hacerla inteligible. No basta ver una imagen, hay que saber mirar y más, observar para comprender por qué lo que no está retratado, muchas veces, es más importante que lo evidente.

La velocidad de consumo satisface la glotonería sensual de quienes consumen signos y símbolos sin mayor interés en el contexto conceptual que los sostiene y da su razón de ser. Así —he dicho en otros textos míos del pasado— lo que preocupa no es ya qué tanto leen las personas sino con qué calidad leen. Si por una parte es verdad que el número de lectores de libros y prensa escrita ha decaído aceleradamente, por otro lado, eso no significa que haya decaído el número de lectores en general dados los avances de la alfabetización.

La Internet está conformada, en su mayoría, alrededor de un 80%, por contenidos de texto verbal frente a un todavía modesto 20% de contenidos audiovisuales, teniendo de este la mayor proporción la imagen fija (fotografías, memes, cartones), seguida del video que ha desplazado a la imagen animada (gif, clips). Esto obedece primordialmente a razones de índole técnica y de programación relacionadas con el intercambio datos e información. Pero, la apariencia nos hace creer que es todo lo contrario: que la imagen prolifera frente a la palabra. El atractivo natural de la imagen fija o en movimiento nos ha llevado a esa conclusión un poco apresurada cuando no es así. Por lo tanto y contra lo que se cree, la gente hoy lee más y no menos, solo que ahora lee más de pasada, seleccionando a ojo de pájaro lo primero que encuentra gracias y mediante buscadores como Google, cuyos algoritmos inteligentes facilitan el acceso a la información más próxima en significado (no en exactitud) a lo que se espera hallar. Los buscadores, entonces, hoy se asemejan bastante a la oratoria de vieja usanza (aun un recurso de los políticos de nuevo cuño) más empeñada en dar al espectador lo que desea, en vez de lo que necesita de veras. Si bien, el rápido desarrollo en este tema ya empata a los buscadores con los viejo bibliotecarios, más aguzados.
Decía Sartori:
[…] aun admitiendo que el acto de ver empobrece el entendimiento— este empobrecimiento está ampliamente compensado por la difusión del mensaje […] y por su accesibilidad a la mayoría. Para los triunfalistas de los nuevos medios de comunicación el saber mediante conceptos es elitista, mientras que el saber por imágenes es democrático […] [ibid.].
Aunque no siempre, también hay que decirlo, el contexto, enfoque y contenido mismo de la imagen no implique una finalidad democrática en sí misma, en tanto finalidad.

Que “revivan” las radionovelas —cuya revivificación hay que anclarla en el hoy ya añejo podcast, suerte de cápsula radiofónica que se ha negado a morir— tendría que dar motivo para pensar que “revive” la imaginación y se fortalece la metáfora. Que la velada censura intelectual sobre la palabra y los conceptos que encierra, y que siguió al sobredimensionamiento de la imagen cede, al fin, venciendo a esa “nada” que ya acusaba el escritor de ficción surrealista Michael Ende en su afamada novela infantil La historia sin fin. No obstante, mientras este revivificar un género no pase a ser una práctica constante y tenga, como parece, visos de una ocurrencia mediática y mercadológica para justificar la imbricación de los nuevos medios, esta visión optimista que hago no deja de ser, quizás, algo más que un salto, un dejo, un suspiro, melancolía.

Falta escuchar si los nuevos creadores de contenidos para radio son capaces de narrar con solo sonidos, matices, silencios; de describir ambientes, estados de ánimo con el solo poder de los diálogos y las voces y los efectos y la música, la que ya, de por sí, hoy enfrenta la dificultad de los derechos de autor tan acaparados por las compañías productoras hasta el punto de haberse vuelto mejor que una virtud en la más odiosa monserga exclusivista.

¡Enhorabuena y larga vida a la radionovela!

Referencias

EL SOL DE HERMOSILLO. (4 de mayo de 2016). "Kate del Castillo revive la radionovela". Recuperado el 4 de mayo de 2016, de El Sol de Hermosillo / Espectáculos: https://www.elsoldehermosillo.com.mx/espectaculos/kate-del-castillo-revive-la-radionovela
SARTORI, G. (1998). Homo videns. La sociedad teledirigida. Madrid: Taurus.