Un ayuntamiento de coral 3. Rémoras, tiburones y desperdicios

febrero 22, 2016 Santoñito Anacoreta 0 Comments



MIENTRAS DABA FORMA a esta tercera parte del artículo que nos ocupa —ya mucho rato atrasada para su publicación— los sucesos relacionados con lo aquí relatado se desarrollaron de manera vertiginosa orillándome a hacer de esta, más que una continuación, una especie de apéndice al que he subdividido en dos.

Como narré en la primera parte, el mismo día (19 de enero) que el gobierno municipal de Naucalpan aprobaba que Tesorería propusiera un proyecto para la contratación de un fideicomiso para subvencionar los accidentes de trabajo, ese mismo día, el sindicato SUTEyM Naucalpan promovió, como se preveía, un paro de labores de los trabajadores de limpia, en parte detonado, como sabemos, por la muerte, días después, de uno de ellos a consecuencia de un “accidente de trabajo” debido a probables “fallas mecánicas”, toda vez que el suceso ocurrió cuando el chofer de la unidad recolectora resultó atropellado por la misma cuando se supone revisaba los frenos en una pendiente de la colonia Álamos.

Ante la emergencia suscitada por el paro de labores, el gobierno municipal:

1) Lamentó públicamente el fallecimiento del trabajador —aunque sin dar igual tratamiento con la publicación de esquela, como sí hizo con personajes de algún modo relacionados con el alcalde Olvera antes y después del hecho— y asumió los costos económicos (¿y los políticos?).

Camión de basura volcado en Lomas Verdes
2) A la voz de “no aceptaré chantajes” y argumentando que el paro era injustificado, reprimiéndolo violentamente, el gobierno de Olvera contrató personal y ¿rentó! 35 unidades para la recolección de desechos, de los que a los pocos días solo funcionaban 30 que no se daban a vasto por supuestas fallas mecánicas. “Supuestas” porque, trabajadores de esas unidades rentadas, entrevistados por Indicios Metropolitanos, declararon que dichas “fallas” se habían debido a acciones dirigidas de trabajadores sindicalizados para impedir o fastidiar las labores de recolección de la basura.

3) De la mano del Partido Acción Nacional, por voz de su presidente en Naucalpan, Alfredo Oropeza, redirigió las baterías señalando el mezquino y ruin lucro político que aparentemente el sindicato y su dirigencia comenzaron a hacer del “desceso” [sic.], al que calificaron de “muerte imprudencial”.
Sin ponerlo tal cual, con esas palabras, la dirigencia sindical acusó al gobierno municipal del deceso, haciendo hincapié en que podía tratarse de un homicidio culposo dada las lamentables condiciones mecánicas de las unidades de recolección. No iba a ser de sorprender, por lo tanto, que la dirigencia, en el afán de llegar a las últimas consecuencias en la finalidad de ahogar al gobierno de Edgar Olvera hubiera efectuado la denuncia penal correspondiente, pero tal no pasó, quizá porque podía “volteársele el chirrión por el palito”.

Hay quienes, dentro de las páginas de ciertos pasquines que obedecen a intereses creados, a favor o en contra del gobierno de Naucalpan, consideraron y aún que Edgar Olvera sigue hundiendo a Naucalpan y continúan echando sal en las heridas de campaña. El escozor que esto ocasiona a las pieles sensibles dentro y fuera del gobierno dio, no obstante, pie para que el enfrentamiento entre “rudos y cursis” fuera por momentos más encarnizado de lo que podían imaginar los crédulos.

A la misa de cuerpo presente del trabajador muerto asistieron con “oportuna actitud solidaria”, además de René Palomares Parra, David Parra Sánchez y Juana Parra. Las reacciones en pro y contra no se hicieron esperar, caldeando el clima de la opinioncracia en que vivimos inmersos en medio del estire y afloje del Gobierno de Naucalpan de Juárez de Edgar Olvera Higuera con el sindicato.

Día con día los memes, llamados diversos a la concordia, los señalamientos, vituperios de y vuelta en las redes sociales, especialmente en Facebook ejercieron, a querer o no, presión en los variados públicos interesados en el tema.

Como para limar asperezas con los empleados de OAPAS, La Presidenta del DIF Municipal y esposa del alcalde, Liliana Carbajal Méndez, y el Director del OAPAS, Francisco J. Santos Arreola, entregaron, en una primera etapa, 36 uniformes de trabajo: pantalón, camisa, playera, chamarra, impermeable, gorra, zapatos y botas, para 8 operadores de equipos de succión, 8 ayudantes y 2 operadores de maquinaria pesada, anunciando que, en una segunda etapa, se dotará de uniformes nuevos a los 230 trabajadores del departamento de Drenaje y Alcantarillado. Pero esto, en vez de acomodar las piezas del ajedrez, alborotó al gallinero.

Foto: Excelsior
Curiosamente, poco después, la tarde del domingo 31 de enero, la base de servicios de limpia en el predio La Victoria sufrió un incendio que, de acuerdo con el boletín oficial:

[…] afectó un área de 400 metros cuadrados donde se quemó cartón, basura y llantas, además fueron consumidas en su totalidad dos unidades compactadoras con número económico 2841y 2462 del servicio de recolección de basura, así como una camioneta de 3.5 toneladas y una grúa, equipo propuesto para baja (GOBIERNO MUNICIPAL DE NAUCALPAN, 2016).


Tras de lo cual no se hicieron esperar los dimes y diretes, las suspicacias de ida y vuelta en las redes sociales, al punto que en la noche de ese día, en entrevista con Grupo Fórmula, el Secretario General del SUTEyM, René Palomares Parra, negó que hubiera sido un acto efectuado por los trabajadores sindicalizados y acusó al gobierno de Edgar Olvera de no estár dando indicios de gobernabilidad (INDICIOS METROPOLITANOS, 2016). Y naucalpenses como Rodolfo Alfonso Navarrete Bautista en su perfil de Facebook expusieron su preocupación e inconformidad, propiciando incluso un debate sobre la autonomía municipal y la intervención del gobierno estatal en conflictos como el descrito:

El asunto se pone más delicado en Naucalpan, pues se incendiaron algunos camiones de basura en el predio de La Victoria, ¿accidente? No lo creo.
Cuando se juega con fuego alguien se quema, ¿quién gana más con este evento? ¿El Sindicato o el Gobierno?
Lo que sí queda claro es que los Naucalpenses, los ciudadanos de a pie no estamos de acuerdo en que se dé este tipo de violencia en nuestro municipio.
Suficiente tenemos con la delincuencia organizada.
Como ciudadano exijo al Gobierno del Estado, al del Municipio y al Sindicato a que hagan a un lado su orgullo y dialoguen para encontrar una solución a estos problemas en beneficio de todos los que aquí vivimos.

Es difícil determinar en qué medida esta presión mediática orilló a las partes a sentarse a dialogar, pero el orden de los hechos y dichos lleva a pensar que sí influyó. La presión mediática fue mucha y tal como para provocar un asomo de entendimiento. Pero algunas de las expresiones ciudadanas en las redes, a favor de una y otra parte rayaron en la intolerancia. Si por una parte está bien hacer sentir el rigor del mando, por otra parte no puede tolerarse la intransigencia ni de unos ni de otros, porque al final del camino quien termina padeciendo la cerrazón de las partes en esto es nadie más que la ciudadanía.

La falta de sensibilidad de ambos solo redundó en una caricatura del poder. Y, si a esas vamos, Olvera podría irse despidiendo de sus pretensiones por ser reelegido; y la cúpula sindical podría irse despidiendo del apoyo popular de quienes han experimentado su autocracia.
Durante las campañas electorales escribí:

[…] el candidato a la presidencia municipal de Naucalpan de Juárez, Edgar Olvera, en su alocución mencionó críticamente al cine mexicano, al cual considera uno de los causantes de la imagen distorsionada de los mexicanos, primero como socarrones mendaces, Pepes "El Toro", entre los pobres y los ricos, o más recientemente como los extremos rudo y cursi que se hermanan sin conseguir cerrar el círculo virtuoso del desarrollo que impulse a la nación con todas sus potencialidades.
En dicha pugna ociosa, si no, incluso, ridícula [...] le pregunté [a Olvera] quién de entre él y su opositor Parra era el rudo y cuál el cursi, tomando en cuenta el golpeteo mediático y la campaña negra entre ambos. Me respondió visiblemente desconcertado y molesto por la pregunta. Pero con tino y a despecho de sus simpatizantes y él mismo —que en mítines y toda ocasión oportuna se han dedicado a "echar sal en la herida", sin que le vaya a la zaga David Parra—, dijo: «Yo no pondría ni rudo ni cursi, yo solo hablo del equipo humano y el equipo competente. Aquí no hay buenos ni malos, no hagamos películas de buenos y malos. Aquí estamos seres con defectos y virtudes y talentos, algunos partidos con más, otros con menos. Pero al final del día yo vengo a hacer una convocatoria de ciudadanos de Naucalpan para hacer un proyecto de Naucalpan… ¡No me pongas palabras en mi boca!»

Ya se vio quién es el rudo y quién el cursi en la franca guerra abierta, más que simple “choque” entre el excandidato a alcalde David Parra Sánchez contra el presidente municipal Edgar Olvera.

Al más puro estilo calderonista, Olvera colocó en posición emergente a Francisco Santos Arreola —como en su momento Felipe Calderón a Javier Lozano Alarcón en el cargo de Secretario del Trabajo— para golpear al sindicato SUTEyM Naucalpan desde la trinchera más endeble en que se convirtió OAPAS tras el presunto fraude de 60 millones destapado durante el interinato de Claudia Oyoque, luego de la aprehensión del exalcalde David Sánchez Guevara. Y claro que no queda ahí el escarceo, pues Santos Arreola ha solicitado a la OSFEM auditar al sindicato, para rascarle a la razón de ser de 50 millones de pesos anuales que recibe y de probables desviaciones.

La dificultad que hoy atraviesan los tomadores de decisiones en empresas, gobiernos y organizaciones de toda índole como el SUTEyM Naucalpan es que, independientemente de los arreglos, acuerdos, soluciones a conflictos, los trasnochados muchas veces no abonan al entendimiento de las partes, haciendo en las redes aquello de atizar el rescoldo bajo las cenizas.

Si ya se había dado una conciliación entre el sindicato y el Gobierno de Naucalpan de Juárez, la publicación cíclica entre internautas trasnochados de mensajes e informaciones post facto siguen generando inquietud de la mano de los dimes y diretes como el runrún sobre el “inminente despido de otros 300 eventuales del ayuntamiento”; o el que algunos eventuales contratados por OAPAS para efectuar un censo de medidores casa por casa con miras a la actualización y cambio de los mismos andan difundiendo y de lo que Indicios Metropolitanos tomó nota “a nivel de piso”: “al comienzo del año se despidieron no nada más eventuales de OAPAS, sino 1800 eventuales del Ayuntamiento”.

Funcionarios cuestionados por Indicios Metropolitanos al respecto respondieron negando esos dichos. Mientras, por otra parte, trabajadores “de confianza” con muchos años laborando en el ayuntamiento han comentado la ineptitud de varios de estos funcionarios. “Han quedado plazas sin ocupar”, explicó uno en charla con Indicios Metropolitanos. “Han despedido a gente sin promover sustitutos o apelar al principio de escalafón para permitir que trabajadores con experiencia se vean beneficiados con un ascenso. El gobierno entrante ha preferido contratar gente nueva sin idea en administración pública e incluso dejar huecos en la estructura de la organización”.

Acusaciones han ido y venido, así en los pasillos del ayuntamiento como en las redes sociales, unas execrando de los sindicatos en general y otras exigiendo no nada más la renuncia del Director de OAPAS, Francisco Santos Arreola, y del Director de Gobierno, Antonio García Mendoza “Roñas”, sino también al correspondiente Director General de Servicios Públicos, Francisco Javier Álvarez Moreno, dado el triste suceso. No es difícil que en la lista de indeseados siga el Director de Obras Públicas, salido de la administración de Atizapán, Bulmaro Díaz Valenzuela.

Por un lado, SUTEyM, el instrumento de David Parra, reclama cabezas que le resultan incómodas y, por otro, llama al gobierno municipal para sentarse a dialogar “los temas de Naucalpan”. Cree tener la pinza en la mano y aprieta: en una punta, OAPAS; en otra, Servicios Públicos. La primera pieza dental a extraer: “El Roñas”. Así, tal vez, se reste fuerza a la mordida que pretende dar el gobierno de Olvera a los intereses creados con décadas de anticipación.

¿Es real la incongruencia que acusan algunos en la forma de gobernar con que ha comenzado su mandato Edgar Olvera? Es decir, ¿el alcalde dio atole con el dedo, más de lo mismo, bajo el velo de otro color a sus gobernados? ¿O es producto de la inercia de la que siempre es difícil zafarse de buenas a primeras y a pesar de intenciones que, de tan buenas, rayan en la ingenuidad? El conflicto con el sindicato lo puso a prueba, fue la novatada ¿lo pasó “de panzazo” a título de suficiencia? ¿Cedió? ¿Concedió?

Mi lectura es que al final la cordura se impuso en ambas partes, si bien falta mucho por hacer. SUTEyM Naucalpan, David Parra Sánchez, y la administración actual de Naucalpan DEBEN poner las cartas abiertas frente a todos. La ciudadanía y nadie más tiene el verdadero poder para presionar a unos y otros.

El alcalde no debe olvidar que fue elegido por una mayoría, no por su linda cara o un programa de gobierno, hasta ahora, desdibujado, sino por causa del hartazgo que justo la otra parte ha ocasionado en la gente.

(Continúa en la cuarta y última parte.)

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