Afinando la puntería

abril 24, 2016 Santoñito Anacoreta 0 Comments

EL AMBULANTAJE EN NAUCALPAN ha sido desde hace años, no la piedrita en el zapato de los gobiernos municipales, sino el peñasco en las chanclas de la ciudadanía que, harta de arbitrariedades, ya no sabe ni cómo contrarrestarla, pues incluso los Consejos de Participación Ciudadana y las autoridades auxiliares que son los Delegados y Subdelgados. así como las asociaciones vecinales de un modo u otro han terminado coludidos por omisión o comisión en este recalcitrante problema que, si por un lado se justifica desde la perspectiva laboral como una salida frente a las insolventes estrategias para la procuración del empleo, por otro lado enfatizan la corrupción que prohíja el desorden tras el cual se disfrazan el crimen organizado, los oportunistas, la inseguridad y la desfachatez.

Recientemente, la polémica Xóchitl Gálvez que lleva un rato exhibiendo perlas ciudadanas mediante Periscope, mostró parte de dicho desorden en uno de tantos puntos como es la zona alrededor de lo que era el Toreo de Cuatro Caminos, en la frontera entre el Distrito Federal y el Estado de México, entre Naucalpan de Juárez y la Delegación Miguel Hidalgo que ella encabeza.


Dentro de Naucalpan (y en el conjunto de los municipios conurbados de la megalópolis), en más de una ocasión, la ciudadanía ha hecho señalamientos, peticiones a sus gobiernos municipales para meter en cintura el flagelo del ambulantaje, y sólo ha recibido por respuesta un "ahorita" o un "mañana" seguidos de rimbombantes operativos para desalojar de tal o cual punto a los ambulantes.

Así hizo Azucena Olivares apenas tomó el poder en 2010, y David Sánchez Guevara, alcalde hoy preso, hizo lo propio un par de veces durante su mandato; todos como para "tapar el ojo al macho" y contentar a los quejosos.

En contraste, Edgar Olvera Higuera, apenas entrando en este 2016, se enfrascó en un conflicto sindical y alguien, trasmano, ¿heredado?, aprovechando la nueva circunstancia, circuló permisos discretamente aquí y allá, algunos otorgados desde gobiernos previos, como pudo constatar en su momento Indicios Metropolitanos, al observar y entrevistar, entre otros, a un puestero que apareció a espaldas de Plaza Satélite a las pocas semanas de la toma de posesión del gobierno actual.

Quiero dejar claro que no culpo a Edgar Olvera, salvo en lo que le toca de responsabilidad como cabeza de un ayuntamiento. Dijo encontrarse con un estercolero apenas abrió la puerta y ha estado escombrando. Difícil hacerlo de la noche a la mañana, eso lo comprendo.

Si bien no se trata de un ambulante propiamente dicho, sino de un puesto semifijo para la venta de hamburguesas. Este se ubica ahora, donde nunca había habio nada: al lado de la parada de transporte público detrás del estacionamiento de Sears Roebuck en remodelación desde mediados del 2015 y sobre una avenida, Circuito Centro Comercial, donde los únicos puestos autorizados desde hace décadas eran los de periódicos y expendio de lotería frente a la panificadora Elizondo, el chacharero ahí mismo vendiendo artículos para damas, los de flores en las confluencias con Circuito Médicos y Circuito Cirujanos, el bolero cercano a La Parisina (Pafnuncio Padilla).

La aparición del puesto mencionado ocurrió poco después que en la esquina de lo que era el Blockbuster empezaron a "acomodarse" vendedores ambulantes de tacos sudados, dulces, tostadas, elotes..., variando la persona y el producto, estos en tiempos cuando encabezaba la Asociación de Colonos de Ciudad Satélite Benjamín Macedo, antes de los estires y aflojes legaloides que han llevado a que ahora no sabemos bien a bien quién está al frente de dicha agrupación entre Macedo y la mesa directiva interina.

Es claro y señalado por más de uno que alguna especie de connivencia ha venido dándose entre las Direcciones de Desarrollo y Fomento Económico, Desarrollo Urbano y Medio Ambiente y asociaciones vecinales incluso en relación con los permisos para mercados y comercios fijos, semifijos y ambulantes. Alguien ahí maneja los hilos y, directores van y vienen, y no han puesto el orden correspondiente.

Los comerciantes establecidos ya no saben a quién recurrir para denunciar los casos que les afectan porque ellos y los ambulantes terminan tarde o temprano en el ojo del remolino extorsionados por inspectores, funcionarios de poca monta, sindicalizados o de confianza. Varios de ellos, en charla con Indicios Metropolitanos han señalado las molestias y pérdidas económicas que esto les significa.

Ahora que la Ciudad de México tiene un estatus de entidad federativa y no de Distrito Federal, la relación entre ella y los municipios conurbados que conforman la megalópolis de la Zona Metropolitana podría verse mermada, minada por esta clase de prácticas tan usuales allá como acá. Ya comenzó Xóchitl a aventar la primera piedra, seguro en medio de la lapidación mutua y sin reservas, los ciudadanos seremos quienes salgamos descalabrados por la falta de coordinación y decisión de los gobiernos involucrados.

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