AMLO llama "alcahuetes" del PRI-AN a los candidatos independientes
Al finalizar su caminata diaria de cinco kilómetros (esta vez no detrás de una paloma, ¡chúpale, pichón!) que viene haciendo por prescripción médica luego de paceder un infarto al miocardio a comienzos de diciembre de 2013, el político tabasqueño mostró en su canal de YouTube un bello paisaje veracruzano que sirvió como marco para dar una lección sobre quelonios de la zona del Golfo y anunciar los siguientes pasos en su recorrido de "precampaña" rumbo a las elecciones presidenciales de 2018, aun cuando no lo denomina de tal modo.
La figura del "candidato independiente" de reciente creación en México se ha convertido más pronto que tarde en un dolor de cabeza para los partidos y para los políticos de viejo cuño, como Andrés Manuel López Obrador, toda vez que, especialmente para las elecciones de 2017 y 2018, amenaza con desintegrar la capacidad de voto, dispersando las posibilidades al abrir un amplio abanico de posibilidades para los electores. Para decirlo de modo más coloquial, cortando más rebanadas en el pastel democrático y por tanto menoscabando las oportunidades que de suyo tenían los institutos políticos, acostumbrados a servirse con la cuchara grande.
La dispersión del voto tiene preocupados a muchos. Y no es para menos, en efecto, una dispersión grande del mismo podría ocasionar que los triunfadores de las elecciones se erigieran en el poder con una legitimidad muy acotada, casi rayando en la ingobernabilidad. Porque como están actualmente las leyes electorales de México, mientras un ganador demuestra la mayoría, así sea menor al 40% de los votos, accedería al cargo por el cual podría estar compitiendo. Los más afectados sin duda serán los partidos pequeños, en especial aquellos de nuevo cuño y que no han conseguido instalarse en la memoria colectiva lo suficiente como para desarrollarse.
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