Repensar la metrópoli

enero 22, 2016 Santoñito Anacoreta 0 Comments


ATINADA, OPORTUNAMENTE, la revista Letras Libres comparte, en Facebook, un artículo del escritor Gabriel Zaid publicado en 1999 sobre el vocablo “chilango” (ZAID, 1999), el que viene muy a punto luego de que en estos días fuera declarada constitucional la definición de la Ciudad de México como la entidad 32 de la República, con todo y las precisiones timoratas de legisladores que trataron de explicar las condiciones sui generis de esta disposición reformatoria:
No podemos ser un estado —apuntó el senador por MORENA Mario Delgado Carrillo— con plena autonomía, aunque no con total soberanía […] sencillamente porque es la Capital del país y sede de los Poderes de la Federación; porque no tenemos municipios; y no tenemos municipios porque a la Ciudad de México no le conviene la municipalización debido a que, por ejemplo, habría una disgregación en materia de servicios públicos, y lo que se acordó fue la integración de los mismos en el gobierno central. 
[…] seremos una entidad sui géneris —señaló la diputada perredista Cecilia Soto— con características especiales: somos la capital del país, tendremos una Legislatura de la Ciudad, o Cámara de Diputados, una Constitución propia, seremos la sede de los Poderes de la Federación, tendremos mayor autonomía presupuestal, pero no nos alcanza para ser un estado [cf. (CHÁVEZ, 2016)].
Las consecuencias de esta histórica decisión están aún por verse, si bien algunas ya se vienen notando aun desde antes. Incluso desde aquellos tiempos no muy remotos cuando se proponía, entre otras cosas, el traslado de los poderes a otra región del territorio o reformar la estructura y las funciones políticas del Distrito Federal de tal modo que los poderes de la federación contaran con un espacio enteramente propio y distinguido del resto de los estados. (WIKIPEDIA Colaboradores de, 2015) (GOYENECHE Sánchez, s/d). En la década de los sesentas y setentas llegaron a proponerse zonas específicas y determinadas expropiando territorio enclavado en la confluencia de entidades concretas: México, Hidalgo, Querétaro, Guanajuato y Michoacán, para la construcción de un remedo de Brasilia. La inviabilidad —por varias razones—, entonces y aún ahora, de la construcción de una nueva capital sede de los poderes ha tenido entrampado al proyecto, el que pasa por la aparente minucia de comprender dónde puede ser el mejor sitio para ubicar, por lo pronto, un aeropuerto internacional, el que ya va siendo pretexto, desde hace por lo menos 15 años, desde 2001, el gusano en la manzana de la discordia (GONZÁLEZ, 2008), solo un indicio de la problemática del atropellado, desmedido, corrupto, desordenado crecimiento y desarrollo urbanos y suburbanos. Mientras tanto, así para trámites administrativo-burocráticos como para el trazo de políticas de fondo, la “ubicuidad” de los poderes federales se suma a los síntomas agónicos de una identidad capitalina defeña.

Más allá de razones geopolíticas, los motivos culturales cobran ahora mayor relevancia, porque más que nunca se impone el ajuste de una identidad lo suficientemente amplia en la idea de nación como para llevar a la integración real de los mexicanos, los que todavía mostramos señas de viejos rencores regionalistas a ultranza, odios heredados y de los que la odiosa segregación, la discriminación en todas sus formas lacerantes de la dignidad humana, más la sobre-normatividad son apenas indicios de la agonía de una forma de vivir que, antiguo, implicaba una forma de orgullo que ya no cabe ni siquiera en el “México de mis recuerdos”.

Cabe ahora también y además preguntarnos cómo incide esta resolución sobre aquellos mexicanos que siendo —sin serlo— habitantes de planta o transitorios en la franja metropolitana de la "nueva" Ciudad de México nos beneficiamos de una situación de traslape físico, legal, sociocultural, económico que más semeja una tierra de nadie. Traslape que, hay que decirlo, también tiene tiempo replicándose por copia, evolución o aspiración legítima en otras zonas y ciudades del país como Monterrey, Guadalajara, Toluca.

¿Cómo reaccionarán los gobiernos de los municipios conurbados como el Gobierno de Naucalpan de Juárez, Tlalnepantla de Baz, etc.? ¿Hacia la cooperación o enfatizando las fronteras literal y metafóricamente? ¿Desde qué perspectiva hemos de repensar ahora la construcción de la metrópoli, cuando está visto que no basta ya un reordenamiento urbano ni una reforma política, sino una sesuda concepción de la sola idea de ciudad, ahora además dependiente de las tendencias que privilegian y persiguen la sustentabilidad como consigna? ¿De verdad tenemos un modo determinante de llamarnos, una auténtica vocación “chilanga”?

Muchas veces restamos a las palabras el peso y trascendencia que encierran en tanto símbolos. La capacidad comunicativa de las mismas la tomamos con una superficialidad contumaz, olvidando que en ellas y tras ellas descansa la definición del ser de las cosas que nombramos, para bien o mal. En su mal uso, a veces desmedido, lo que hacemos en realidad es una forma de pendencia que devela la duda sobre lo que somos como pueblo. Esto, que aplica incluso a adjetivos gentilicios empleados más como motes que como etiquetas de identificación —ya no digamos otra clase de adjetivos usados con fin de ofender— mueve a repensar la idea de metrópoli en un ámbito concreto, pero comparativo con lo que ha sucedido en otras partes del orbe.

Siguiendo la idea de Zaid sobre el adjetivo que es motivo de su texto:
La Academia tuvo razón al autorizar esta palabra, pero se equivocó al no poner un aviso de que el uso todavía no es normal. Quizá resulte una omisión profética, porque cada vez hay más chilangos contentos de tener, por fin, cómo llamarse.

Referencias

CHÁVEZ, V. (21 de enero de 2016). "DF no es el estado 32, aclaran legisladores". Recuperado el 22 de enero de 2016, de El Financiero: http://www.elfinanciero.com.mx/nacional/df-no-es-el-estado-32-aclaran-legisladores.html
GONZÁLEZ, M. (21 de enero de 2008). "Cronología del conflicto de San Salvador Atenco". Recuperado el 22 de enero de 2016, de El Universal: http://archivo.eluniversal.com.mx/notas/475742.html
GOYENECHE Sánchez, T. B. (s/d de s/d de s/d). "Publicaciones". Recuperado el 22 de enero de 2016, de Jurídicas UNAM: http://www.juridicas.unam.mx/publica/librev/rev/rap/cont/83/pr/pr5.pdf
WIKIPEDIA Colaboradores de. (31 de diciembre de 2015). "Evolución territorial del Distrito Federal (México)". Recuperado el 22 de enero de 2016, de Wikipedia. La enciclopedia libre: https://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Evoluci%C3%B3n_territorial_del_Distrito_Federal_(M%C3%A9xico)&oldid=88126922
ZAID, G. (1999). "Chilango". Letras Libres / Secc. Letras, letrillas, letrones(11), 97-98. Recuperado el 22 de enero de 2016, de http://www.letraslibres.com/revista/letrillas/chilango-como-gentilicio?page=full


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